El arte de aprender en el Jardín de las Delicias de Manolo Paz

El arte de aprender en el Jardín de las Delicias de Manolo Paz

El escultor Manolo Paz recibió ayer a un grupo de estudiantes en su “mágica” casa, taller y museo de arte contemporáneo a orillas del río Umia, donde “conflúen as augas doces e salgadas”, como él mismo indica, en tono casi poético. Sería extraño que este creador de reconocido prestigio mundial no demostrara también su sensibilidad artística en la expresión verbal pero lo que maravilló a sus invitados fue la muestra de sus piezas, salpicando este enclave privilegiado, y que representan a diferentes épocas de su extensa trayectoria.

El museo de Paz es como un “Jardín de las Delicias” pero de los placeres del arte, y estos 40 estudiantes han sido el primer grupo organizado que recibe desde el nacimiento de su fundación y la habilitación de las instalaciones. Jóvenes de 18 años que se adentraron en su mundo junto a sus profesores y guiados por él mismo.

 

impresiones

El cambadés quedó muy satisfecho con el resultado y el grupo le dio muy buena impresión. “E ver o arte en vivo e directo e algúns quedaban mirando as esculturas, dándolle voltas, vamos, quedábanse con elas; aínda que outros pasaban e nin as vían, pero é xente moi válida”. Y es que las creaciones de Paz huyen de los convencionalismos y salpican la extensa finca en formas imposibles de piedra y otros materiales.

Los alumnos, del IES de Sabón de Arteixo, también tuvieron la oportunidad de adentrarse en la “fragua” del creador: su taller; y el privilegio de ver las primeras obras de una exposición que prepara para el Museo de Pontevedra. Quizás, estas inspiraran a alguno hasta el punto de querer convertirse en un artista, aunque Paz advierte: “Só hai tres fórmulas: traballar, traballar e seguir traballando” y “non é fácil, a min non mo foi. Non tes un gran público porque non vives nunha cidade”. Sin embargo, la tierra siempre tira y aunque el camino no está libre de piedras, “isto é unha zona privilegiada e tamén axudas a túa terra. Todo conta”, explicó. Y es que, para empezar, la apertura de su museo suma un atractivo turístico a la villa que puede generar riqueza. Para empezar, los visitantes de ayer ya comieron en la villa.

La próxima visita que recibirá el museo será de alumnos de la Facultade de Belas Artes pero sus puertas están abiertas a todo el mundo, con cita previa. Todo un privilegio que ya han disfrutado mecenas de los museos más importantes del mundo (Moma, Guggenheim, etc.) y una fuerte apuesta por acercar el arte al público en general y despertar su sensibilidad.

El arte de aprender en el Jardín de las Delicias de Manolo Paz

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