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domingo | 12 mayo | 2024
La plantilla de la piscina municipal presentaba ayer en el registro municipal del Concello más de 1.800 firmas de apoyo al rescate de la concesión del servicio, es decir, que la administración local lo gestione directamente, sin empresas de por medio. Y es que están convencidos de que es la única salida para mantenerla abierta y, por ende, sus puestos de trabajo.
El Ayuntamiento no parece dispuesto y sigue adelante con sus planes de rescisión del contrato con la gestora actual, Grupo Pazos, para luego sacarlo a licitación y encontrar a otra firma interesada. Sin embargo, la delegada de la CIG, Noelia López, insistía ayer en que esto no paliará la mala situación. “A única alternativa, tal e como están as instalacións, é rescatar o servizo”, declaró. Y es que presenta una serie de deficiencias que incluso llevaron al Club Natación Salnés a exigir públicamente una solución.
La principal tiene que ver con las fugas de calor de la cubierta móvil. En su momento fue toda una novedad y ahora es una pesadilla que cuesta más de 100.000 euros anuales en energía a las arcas municipales. No es lo habitual, pero el Concello asume el coste desde el 2008 para que el servicio continuara porque la adjudicataria aseguraba que no podía hacer frente a esas facturas y en un contexto de bajada de usuarios y, por tanto, de caída de ingresos. El acuerdo era por un año y volver a sacar la concesión a concurso, pero no ha sido hasta ahora cuando el Ayuntamiento ha dado el paso de rescindir el contrato, aunque la empresa también le había expresado su intención de dejarla.
Ante este panorama, la plantilla teme que nadie quiera hacerse cargo del servicio y el propio alcalde, Luis Aragunde, reconoció que preveían dificultades. Así, esperan que les reciba nuevamente y reconsidere su postura, aunque no será el único movimiento. Tienen previsto celebrar una asamblea para estudiar movilizaciones o actos de protesta porque la firma aún les adeuda dos nóminas y solo les responde con silencio.
