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miércoles | 15 mayo | 2024
“Medio en serio, medio en broma” es la frase que probablemente más se repita cuando José Membrives y María Treviño tratan de explicar la aventura que les llevó a recrear obras de arte a través de la fotografía. A ellos se unió Alba Castro.
A los tres les unió, además del mundo del ferrocarril, su pasión por la fotografía. “Mi afición fue a más tras un curso con Mónica Ferreirós. Descubrí cosas como pintar con luz”, explica Membrives. “A mí me gustaba desde la carrera”, apunta Treviño, que dejó el periodismo por la estabilidad que encontró sobre raíles. “En un año y medio aprendí más que en toda la carrera”, reflexiona. “Es que la fotografía es todo práctica”, añade Membrives.
De hecho, “los primeros eran malísimos”. Empezaron recreando escenas de películas. También crearon imágenes concorde al momento actual. “Empezamos cuando estalló la guerra de Ucrania e hicimos homenajes con luces de la bandera ucraniana”, explica Treviño. Juntos aprendieron a “darle vida a las fotografías” a través de la técnica del “light paint” o “fisiograma”. Una forma de pintar con luz que les obliga a jugar con los reflejos y que les permite crear secuencias dentro de una misma fotografía. “Hay fotógrafos a los que directamente no les gusta”, apunta Membrives.
Sin embargo, a través de esta técnica pudieron dar rienda suelta a otra de sus pasiones: El arte. El primero en pasar por los particulares pinceles de Treviño, Membrives y Castro fue Caravaggio, uno de los pintores favoritos de Membrives. “Me encanta el tenebrismo”, apunta el ferroviario. Así nació su Instagram @caravaggiovilagarcía, donde se pueden ver algunos de sus tablones vivientes. En uno de ellos, aparece magistral María Treviño como “La Magdalena Penitente”, una obra de George de La Tour. Poco más adelante, la misma modelo se convierte en “La Venus del espejo” que imaginó Velázquez. Junto a Alba Castro, los tres recrean “Judith decapitando a Holofernes”, de Artemisia Gentileschi, en la que la expresividad de los rostros es también puro arte.
Además, Membrives tiene otro perfil de Instagram, con su nombre, en el que aparecen composiciones surrealistas, que crean a través de montajes, y en las que se puede ver a otro compañero ferroviario, Fajardo, antaño rival político, rodeado de los Marx (humoristas y economista). “Juan es muy divertido”, asegura el autor.
Y es que, a lo largo de este tiempo, no solo han diversificado su trabajo, sino que han llegado a un amplio público. Les escriben desde Alemania o Estados Unidos. Iberia llegó a pedirles una foto y “La Magdalena Penitente” fue el consuelo de una mujer que acababa de perder a su padre. “Me dijo que ojalá fuese ella la modelo”, recuerda Membrives. Pronto participarán en una exposición colectiva en Vilanova. Y siguen soñando cuadros...
