Casi 2.000 cicloturistas de todas las edades se dieron cita ayer en Vilanova para participar en la marcha “Pedaladas polo recordo” que ha servido como prólogo al inicio oficial de La Vuelta a España y que ha tenido como objetivo fundamental rendir homenaje a todos los afectados por el trágico accidente ferroviario de Angrois. Fueron casi 1.200 participantes en la marcha de larga, de 130 kilómetros, con salida en el puerto vilanovés y llegada en el Monte Lobeira después de recorrer buena parte del recorrido que van a cubrir los ciclistas profesionales en la tercera etapa de la carrera.
Lo del ganador era lo de menos. Lo importante era participar, hacer deporte, sumarse al homenaje y disfrutar de unas horas en bicicleta, aunque también hubo sufrimiento. Al final llegó el premio con una comida en Vilanova, donde no faltó el pulpo y productos típicos y una camiseta conmemorativa de regalo.
Pedro Delgado y los también exciclistas Roberto Laiseka e Íñigo Cuesta también participaron, no así Fernando Escartín, que prefirió ir bien sentado en el coche escoba. Ellos encabezaron un pelotón formado por cicloturistas llegados desde todos los puntos de Galicia y que comenzaron pasadas las 9.30 horas tras un emotivo minuto de silencio en memoria de las víctimas del accidente de tren de Angrois y luego del protocolario corte de cinta efectuado por el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, la diputada provincial Begoña Estévez, el director de Unipublic, Javier Guillén, y el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán. Pero solo este último se atrevió con la marcha, pero solo con la familiar