Los comienzos “perros” del nuevo presidente de la Protectora de Animales

Cuando a Victor Rodríguez Farto le propusieron ser presidente de la Asociación Protectora de Animales probablemente llegó a pensar que el trabajo y las complicaciones se le multiplicarían mientras su tiempo libre disminuiría proporcionalmente. Pero lo que nunca llegó a imaginar es el escenario en el que, tres meses después, se ve obligado a actuar. El máximo responsable de una de las asociaciones más importantes del municipio incluso logra encontrar puntos positivos del balance de unos inicios más que “perros” que hace en medio de una campaña difamatoria en contra de su persona que ha trascendido los límites de las redes sociales y, por supuesto, de lo legal, y que está afectando a todo su entorno.
Y lo hace también para salir al paso de algunas “noticias tergiversadas” que se vierten principalmente desde una página de Facebook en la que perfiles anónimos se adueñan del trabajo que realizan los voluntarios de una asociación con décadas de solidaridad y trayectoria a sus espaldas. Una de las primeras cuestiones que quiere aclarar es que “en dicha página se me acusa en particular de convocar una asamblea de socios con muy poca asistencia y salir elegido gracias a unos votos escogidos muy cuidadosamente”.
Nada más lejos de lo que pasó el pasado 28 de abril, cuando Víctor Rodríguez acudió a la decisiva reunión “invitado a ocupar el cargo de presidente por la anterior persona en el puesto, don José Artiaga, y por la vocal, doña María Otero. La mencionada asamblea fue convocada, lógicamente, por la anterior junta directiva que era la organizadora”.
El actual presidente lamenta que, efectivamente, a “esta reunión no asistieron demasiados socios, debido principalmente a la hora escogida y, al parecer, a un problema en el envío de avisos tanto por email como por correo ordinario”. Víctor Rodríguez salió elegido presidente en una tensa y larga reunión que no le hizo perder la ilusión por un proyecto con el que llevaba tiempo colaborando a través de la adopción y en el que ahora se implicaba  decidadamente acompañado por su mujer, Yolanda Iglesias, que también entraba a formar parte de la nueva junta directiva.
Pero los obstáculos no tardaron en llegar y el primero de ellos estuvo relacionado con el sacrificio de un perro que se encontraba en un estado terminal. A través de la página de Facebook incluso se llegó a tergiversar el informe de una clínica veterinaria, “tachando la información relevante”, para acusar de la muerte del can a una de las vocales. La cosa no se quedó ahí y un día el  nuevo refugio amaneció pintado con mensajes insultantes y amenazantes que fueron denunciados ante la Policía Nacional.
Pero la “guerra” de estos supuestos voluntarios, que manejan información confidencial, pronto dirigió sus fuerzas contra el nuevo presidente, llegando incluso al acoso. La situación ha llegado a tal extremo que miembros de la asociación han decidido crear una página para contrarrestar estas “informaciones”. Eso sí, dando la cara. “Salvemos a la Protectora” es el significativo nombre que escogieron b.
Otra de las acusaciones que han tenido que desmentir gira en torno al despido de uno de los voluntarios que no es más que una rescisión de contrato. “Para sorpresa nuestra la carta de despido aparece misteriosamente en la página en cuestión, siendo un documento privado de régimen interno y que se debe proteger de acuerdo  a la Ley de Protección de Datos actualmente en vigor. Estamos investigando cómo es posible este hecho y presentaremos la denuncia correspondiente para depurar responsabilidades” dice Rodríguez Farto, que defiende que “la educación y el respeto se deben mantener en todo momento, aún teniendo puntos de vista diferentes” y cree que “los ataques personales de la clase que se vierten en esta página indican un perfil barriobajero, sin educación alguna, usando la violencia verbal en su máxima expresión con el fin de hundir el ánimo de cualquier persona que, por desgracia, lo sufra”.
Mientras se enfrenta a diario a las acusaciones de perfiles que se ampara en el anonimato, Rodríguez y sus colaboradores tienen que lidiar con una Protectora saturada de trabajo (el verano ha vuelto a disparar los abandonos) y con problemas económicos. “En anteriores asambleas se indicó que las cuentas estaban saneadas, habiendo incluso superávit. Pues bien, la realidad no fue así. Una vez entregada la contabilidad del año en curso, todavía en el mes de junio, nos hemos encontrado con diversas deudas contraídas con proveedores y clínicas veterinarias de diversa antigüedad, incluso figurando alguna del año 2013”.
Pese a los delicados momentos, el actual presidente también encuentra puntos positivos en su balance, como la labor de los voluntarios, “regalando su tiempo libre en beneficio de los animales” o de los adoptantes, así como la colaboración del Concello que “nos ha brindado desde el primer momento, desde colocar los nuevos contenedores, gestionar la instalación de una  potabilizadora de agua” y del alcalde “que en los próximos días nos recibirá”.
En el capítulo de agradecimientos, el presidente no se olvida de los apoyos que ha recibido en estos tiempos revueltos y en especial de Steffi Ackermann, presidenta de una asociación alemana que “nos brinda una gran ayuda enviando mantas, material médico, alimentos” o aportaciones económicas. Víctor Rodríguez pone ahora la vista en el futuro (“seguiremos adelante pese a todas estas dificultades”) con un objetivo claro: “Lograr la mejor calidad posible de vida” para los animales abandonados, que siempre encontrarán refugio en la Protectora.