Cuando Carril se subió al tren del progreso

Cuando Carril se subió al tren del progreso
las maderas que eudardo fernández transportaba a alemania llegaban por tren o faiado da memoria

Fue una de las obras más importantes de la Galicia del siglo XIX y como tal así lo recogió la prensa de la época. La línea férrea Carril- Cornes (Santiago de Compostela) fue la primera y la más esperada. Se ianuguró el 15 de septiembre de 1873 pero se habló de ello muchos años antes y después del día- D. Desde entonces han sido muchas las historias que se han escrito en los vagones de las locomotoras de vapor, hoy convertidas en trenes de alta velocidad, que unieron para siempre las tierras carrilexas con la ciudad del Obradoiro.

Pero los obstáculos que tuvo que sortear este proyecto se hacen eco medios como la “Galicia. Revista Universal de este Reino”, que en abril de 1862 relata la inauguración de las obras de la línea ferroviaria, que define como “el rail bienhechor”. Y es que esta revista asegura que la “triunfadora” idea de comunicar a través del tren los pueblos de Santiago y Carril recibió la oposición hasta “de la prensa adelantada y civilizadora”. Argumentos como las condiciones orográficas de Galicia fueron algunas de las razones que esgrimieron los detractores. “Como si en paises más accidentados y menos poderosos que el nuestro no poseyesen ya esas vías de comunicación ”.

Pero también parece claro que era una obra muy esperada, como así queda reflejada en “Revista Económica”, que en su número 35 relata el acto de inauguración de los trabajos del ferrocarril compostelano, que tuvieron lugar el 30 de marzo de 1862. Un “momento ansiado y feliz” para el que Carril se preparó a conciencia. “Desde primeras horas de la mañana aparecieron elegantes colgaduras en las principales casas de la villa y una comparsa de marineros vestidos sencillamente de blanco significaban, ejecutando un baile animado, la alegría de sus moradores”. Asistieron importantes autoridades no solo del mundo terrenal, sino también del eclesiástico, como Don Pablo García de Cuesta (“delegado de su Eminencia el Cardenal Arzobisno de Santiago”) que en su discurso advirtió de que “el bramido de las calderas, el artificio de la slocomotoras y la veloz marcha de los trenes no apartarán nuestros ojos de los sentimientos de la religión”. La primera locomotora que recorrió la vía que situó a Carril en obligado lugar de veraneo de las “gentes pudientes” se bautizó oficialmente como Ferrocarril Compostelano de la Infanta Doña Isabel (la princesa financió buena parte del proyecto) aunque fue más conocida como “TeBes”, manera en la que se pronunciaba “The West”, inicio del nombre de la concesionaria.

Fueron muchas las historias que el ferrocarril trajo a Carril y a Vilagarcía. Tal y como adelantó la prensa de la época, el humo de la locomora trajo el progreso, a veces en forma de madera, como las que exportaba Eduardo Fernández, que llegaban a Vilagarcía por vía férrea y se con un sistema de gabarras se transportaban a la playa Compostela, desde donde partían hacia las islas británicas. Aunque también trajo alguna que otra desgracia como el accidente de las navidades de 1940, cuando un tren ganadero se cayó al mar, falleciendo el fogonero. Algunas de esas historias se pueden ver en la antigua estación, hoy museo, edificio que albergó, a dos bandas, despedidas y sueños.

 

Cuando Carril se subió al tren del progreso

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