Las campanas y la sirena sonaron y Vilaxoán respondió a la consigna

Vilaxoán volvió ayer a responder a las expectativas de las trabajadoras de Cuca. “Estamos inmensamente agradecidas ao pobo de Vilaxoán. Non hai palabras para expresar o que sentimos”, apuntó Josefa Santaya, miembro del comité de empresa. Y es que a los pocos minutos de que la sirena y las campanas de la iglesia comenzasen a sonar, cientos de vecinos del lugar se presentaron en el exterior de la fábrica para apoyar la misión de las trabajadoras: Impedir la salida de la maquinaria de la fábrica. “Estaremos aquí o tempo que faga falta e para o que queiran. Vilaxoán non pode quedar sen toda a industria”, señalaban. Nadie se esperaba ayer ni el operativo policial ni las intenciones de retirada de maquinaria de la empresa. “Supoñíamos que agora agardarían ata o xuízo para o que queda, pero seguramente lles sentou mal o resultado da asamblea de onte”, advertía la presidenta del comité de empresa.

El portavoz de Comisiones Obreras, Francisco Vilar, señalaba ayer que “todo estaba previamente premeditado. Eso no se decide de un día para otro” y añadía “lo que nos preguntamos es cómo la Subdelegación del Gobierno colabora con una empresa que pretende retirar la maquinaria sin la previa autorización de Mar”. Y es que a última hora de la tarde de ayer desde la Consellería advertían que todavía estaban pendientes de recibir el informe jurídico para decidir si autorizaban el traslado de la maquinaria.

 

Decepcionadas

El agradecimiento con el pueblo de Vilaxoán contrastaba ayer con la decepción de las trabajadoras con los que hasta el pasado mes de enero eran sus compañeros: El personal de mantenimiento que no está afectado por el ERE por traslado. De hecho, protagonizaron uno de los momentos de tensión vividos en la jornada de ayer cuando se dispusieron a salir de la fábrica con sus vehículos y estas como ya habían hecho previamente con un vigilante de seguridad y una furgoneta lo impidieron. “É incrible que vós nos fagades isto cando sabedes o que levamos pasado aquí”, le gritaron. “Isto é unha provocación en toda regra”. A lo que estos respondieron: “Xa sabedes que estamos con vós, pero estades equivocando o obxectivo”.  

Finalmente, los trabajadores de mantenimiento accedieron  a las pretensiones de las trabajadoras, dieron media vuelta y estacionaron sus vehículos en el recinto para luego salir a pie por la entrada principal. Su salida levantó los abucheos de vecinos y trabajadoras. “Sodes un esquirois. Se forades compañeiros vos poñiades aquí con nós”, advertían.

La jornada de la tarde contó también con la visita de las operarias que esta semana se incorporaron a la plantilla de O Grove. “Acabamos de chegar agora mesmo e nos atopamos con isto. Nós non puidemos estar aquí pola mañán, pero estaremos aquí toda a tarde”, indicó una compañera.  Y es que ahora más que nunca valoran el mantenimientos de su puesto de trabajo en Vilaxoán. “Temos que levantarnos ás tres e media porque ás cinco menos cuarto nos recolle un autobús e logo ata ás catro non volvemos e hai que aguantar alí as oito horas do tirón”, advirtió una operaria que esta semana retomó la actividad en la nave meca.

Lejos de desanimarse las trabajadoras se mantienen con buen ánimo. “Este tipo de actuacións nos dá moita máis forza para seguir”. Para muchas la entrada ayer de camiones en Cuca marca el final de diáologo con la empresa. Si bien es cierto que comeinza la cuenta atrás para la celebración del juicio que tendrá lugar el próximo 10 de abril en el juzgado número dos de Pontevedra y donde empresa y tarbajadoras volverán a verse las caras.

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