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lunes | 20 mayo | 2024
La reconversión de bajos comerciales en viviendas ha empezado a despegar en la capital arousana. De hecho –y según los datos oficiales que se manejan en el Concello de Vilagarcía– en el año 2022 las obras que se ejecutaron en un total de cinco bajos permitieron habilitar 11 viviendas. La mayoría de ellas se centralizan en la zona de la avenida Rosalía de Castro (en segunda línea de playa), aunque también ha habido este tipo de cambio en la calle Moreira Casal y en la avenida Agustín Romero, así como en la calle San Roque. Todas ellas zonas muy céntricas en las que la actividad comercial ha caído en picado ya desde hace años.Aunque las licencias de obra las debe otorgar el Concello las nuevas viviendas deben cumplir en todo caso los requisitos de habitabilidad dictados por la Xunta de Galicia en 2010. Y es que –como es sabido– esos espacios fueron inicialmente concebidos para negocios o comercios que, por el motivo que fuese, llevaban vacíos mucho tiempo.
Así pues –y debido sobre todo a los graves problemas con el alquiler que se encuentran aquellos que buscan casa en la capital arousana– darle una nueva vida a esas edificaciones se presentó como la opción más factible. Eso sí, algunas de ellas parece que irán destinadas a uso turístico, para lo cual deben recibir una autorización expresa por parte de la administración autonómica. De ser así el problema de alquileres que se vive a día de hoy en Vilagarcía no se solventaría. De hecho las propias inmobiliarias reconocen que hay listas de espera de personas que buscan un alquiler, sin éxito. La mayoría apuntan a la falta de nuevas viviendas para acoger la demanda de una ciudad que es de los pocos municipios gallegos que aumentó en población en el último año. Al haber pocas promociones nuevas se complica la búsqueda y los pisos disponibles que hay se encarecen por la elevada demanda y la baja oferta existente. Lo cierto es que la moda de reconvertir los bajos comerciales para vivienda empezó a llegar a la capital arousana el año pasado. Y ha llegado para quedarse, dado que el goteo en el cierre de negocios en Vilagarcía es una constante, de ahí que los propietarios de esos bajos vean una oportunidad de negocio invertir en el acondicionamiento de los mismos para asegurarse tanto un alquiler anual como –de no ser el caso– turístico durante los meses fuertes del verano que empiezan ya en junio y se prolongan a septiembre.
