La Riviere fue de nuevo objeto de los cacos. El robo, el segundo en menos de una semana, se produjo la pasada madrugada y el “modus operandi” fue el mismo que la última vez: Rotura del escaparate. En esta ocasión, emplearon la tapa de una alcantarilla y el botín rondó los mil euros. Se llevaron unas zapatillas, dos pantalones y un bolso. “Ya no pusimos abrigos para evitar esto y da igual. No hay vigilancia por la zona y pasa lo que pasa. No damos crédito”, comenta Fuensanta Portas.
Los propietarios del establecimiento no ocultan su indignación por la falta de seguridad e iluminación en la zona. “Esto es lamentable. Pusimos detectores en los cristales y tenemos un sistema de alarma y no nos han valido de nada”, apunta Portas.
Y es que si bien la alarma sonó, lo que sirvió para ahuyentar a los ladrones, la empresa de vigilancia no alertó a los propietarios de que se trataba de un robo. “Nos llamaron, pero nos dijeron que era una falsa alarma. Estamos esperando a que vengan y revisen esto”, advierte.
pesquisas
La Policía Nacional vincula los robos a las mismas personas y creen que viven en Vilagarcía, no muy lejos del establecimiento, según informaron a los propietarios del establecimiento. “Supongo que pensaron que teníamos una alarma que no funcionaba para evitar que entrasen y como venderían rápido el botín anterior...”, dijo .
Los propietarios confían en que se incremente el control policial en la zona y que refuercen la iluminación. Una demanda que desde hace ya tiempo realizan los vecinos al Concello. “Muchas personas tienen miedo a pasar por la noche por aquí porque hay muy pocos puntos de luz”, advierte Fuensanta Portas,
La Riviere lleva catorce años ubicada en el paseo de O Con y hasta el momento no había sufrido ningún robo. “Antes había más vigilancia policial y esta zona estaba más controlada. Supongo que no habrá efectivos, pero a nosotros esto nos supone una intranquilidad muy grande”, advierte. Hasta el momento, el seguro les cubre parte de los robos. “Hasta que nos echen fuera”, bromea Portas.