Vilagarcía recibirá el año 2014 doce horas antes que el resto de España. Como marca la tradición Ravella se convertirá en el epicentro de la diversión y del cotillón el martes a partir de las once de la mañana. El alcalde, Tomás Fole, y la edil de Xuventude, Sandra García, dieron a conocer los pormenores de una celebración que se inició en el año 98 y que perdura con éxito hasta hoy. En total se repartirán 350 kilos de uvas y 402 botellas de cava con la idea de que ninguna de las personas que se acerque a recibir el nuevo año a Vilagarcía se quede sin su “kit” de la suerte.
Así pues se prevé que con esta cantidad de producto se puedan elaborar más de dos mil raciones de uvas de la suerte. Además, para los más pequeños de la casa también habrá gominolas de las cuales se repartirán 300 bolsas.
En esta célebre tradición no faltará la música. De hecho, desde las once de la mañana la animación correrá a cargo de “La Duendeneta” que prolongará su actuación hasta pasada la una y media de la tarde. Además también habrá fuegos de pirotecnia que marcarán las doce campanadas y, como colofón final al año del Centenario, los presentes volverán a tener la oportunidad de brindar con las copas conmemorativas y llevárselas a su casa por solo un euro.
Con la idea de perjudicar en lo mínimo posible la circulación viaria se desplegará un amplio dispositivo y se cortará la calle el tiempo justo para que las uvas se puedan desarrollar con total tranquilidad.
Tomás Fole destacó que es una tradición que, pese a la crisis, es bueno conservar dado que “da una imagen muy positiva de Vilagarcía y es una buena forma de disfrutar de la llegada del nuevo año en compañía de los amigos y conocidos”.
La celebración de las uvas al mediodía también supone un revulsivo económico importante para el pequeño comercio dado que la cantidad de gente que se acerca el día 31 hasta la capital arousana permite que se genere más clientela potencial en los establecimientos del centro urbano. Muchos de ellos aprovechan la visita a Vilagarcía para comprar los productos para la cena de Nochevieja o incluso los regalos de Reyes, que ya están a la vuelta de la esquina. Y es que, y así lo ratificó el alcalde, “viene mucha gente de fuera a visitarnos ese día”. n