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miércoles | 1 mayo | 2024
Vilagarcía tiene ya una biblioteca a la altura de la ciudad que es. El viejo edificio del Liceo-Casino en Castelao ha vivido un auténtico lavado de cara y –tras una inversión de casi dos millones de euros– la obra que materializa el proyecto del arquitecto Alberto Redondo está lista. El alcalde, Alberto Varela, y buena parte del gobierno local visitaron unas instalaciones que cuentan con 176 puestos de estudio repartidos en dos plantas muy diferenciadas. El inmueble ya está perfectamente acondicionado, con los muebles y estanterías construidas “in situ” esperando ya a ser utilizados. Además de la amplia zona de estudio –en el lugar que antes ocupaba el salón de actos del Casino– también hay una sala infantil, otra para la lectura de la prensa y hemeroteca y un amplio espacio para la consulta en ordenadores. La nueva biblioteca también tiene baños adaptados y despachos para el personal que trabaja en las instalaciones. Con una iluminación muy limpia –tanto por las lámparas como por la luz natural que entra por los ventanales– la biblioteca cuenta con un sistema de ventilación y climatización muy eficiente.
El alcalde vilagarciano apuntó que el siguiente paso es trasladar el fondo bibliotecario desde el edificio ubicado en la calle Rey Daviña a las nuevas dependencias. Son un total de 43.563 ejemplares bibliográficos y 4.535 audiovisuales, además de otras publicaciones periódicas o de la hemeroteca. Dado que la intención del gobierno local es que la biblioteca no se cierre al estudio el traslado de fondos será “rigoroso” y, por lo tanto, “lenta”. En todo caso estará completada el próximo año, que está a punto de empezar.
Con el traslado de todos los fondos y de la actividad al nuevo y flamante edificio queda por saber a qué destinará el gobierno local las instalaciones de Rey Daviña. “Sabémolo, pero de momento non o imos desvelar”, explicó el regidor socialista.
El arquitecto manifestó sentirse muy satisfecho con el resultado del proyecto. “Basicamente foi un tema de demoler o que había e reforzar o forxado”, explicó. Indicó además que fue una obra “longa de tempo” y destacó las características acústicas del inmueble, con cero reverberación. Redondo Porto apuntó a que la nueva biblioteca es un lugar que el recuerda como “de encontro e de memoria” para los vilagarcianos. “A miña idea era respectar un sitio que para moita xente forma parte da memoria nas súas diferentes etapas”, concluyó.
