Tambores de guerra

Se lo cuento como me lo contaron: el Gobierno se divide de nuevo por la pugna Santamaria-Cospedal. Atención al reparto: con la vicepresidenta están Montoro y Bañez y en el otro bando (¿o banda?) están alineados con la ministra de la guerra Catalá, Zoilo, Tejerina y Montserrat. Hay ruido de sables. Tambores de guerra.
En territorio neutral o a la espera de un ganador están Méndez Vigo, Dastis y Luis de Guindos. Y Rajoy, se preguntará usted y con mucha razón. El presidente, dicen fuentes bien informadas, está para recoger los muertos a la vez que siga al minuto con los fichajes del Real Madrid.
¿Qué va a hacer Mariano en Cataluña? ¿Pondrá en marcha la ley de Seguridad Nacional, aprobada en 2015 precisamente para este supuesto? Nadie lo sabe. O sea: Mariano en estado puro. Flota.
Y el resto del gabinete sin moverse demasiado para poder salir en la foto. Por si el ruido de sables fuera poco, cada facción tiene su “brunete mediática” y ahí está la prensa de Madrid disparando a todo lo que se mueve…en las filas contrarias pues si bien es cierto que donde no hay publicidad resplandece la verdad, donde no entra la publicidad gubernamental salen mal las cuentas a fin de mes. Y entre tanta disputa (o el asunto no es tan pequeño?) la gobernanza del país queda en segundo término.
Pero esos tambores de guerra también llegan al segundo escalón: nuestro héroe Feij009, aprovechando que estaban por allí los empresarios gallegos reconociendo ¿? “la excelencia gallega”, le “dio un palo al independentismo catalán pues él es de la España plural y autonómica”. Mientras vascos, canarios y otros espabilados suman ingresos en sus arcas, ven medrar las infraestructuras, consiguen –el voto es el voto y el mercado está que arde– más beneficios, mientras aquí la sumisión exagerada al jefe de los bandos (¿o serán bandas?) nos deja con las autopistas como están, el AVE de camino pero despacio y el puerto exterior que se autofinancie. Y es que los gallegos, capitaneados por o noso presidente, somos buenos y generosos. Ya con Fraga éramos además, mano de obra barata y servil.
Ahí tienen ustedes a nuestros queridos representantes emboscados, otros dicen cuestionados por su bajo perfil político y su vagancia, dejando correr el calendario, mientras la Comisión Europea mantiene abiertos 42 procesos de infracción a España, entre ellos por los contratos del Ministerio de Defensa o las normas del mercado energético.

Tambores de guerra

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