Los vestidos la abuela, de moda un siglo después

Únicamente algún calzado inapropiado para la época, una conversación esporádica a través del teléfono móvil o algún que otro reloj de última generación saliéndose de la manga permitían descubrir que el Xardín y la Carballeira de Caldas no habían retrocedido más un siglo en el tiempo.
La cuarta edición de la Feira Traficional de Caldas, que da el pistoletazo de salida a las fiestas patronales de San Roque en esta localidad, que se celebró ayer en el Xardín, fue todo un éxito de participación.
Los colectivos organizadores han conseguido consolidar este evento y, a pesar del fuerte calor, se contaron por decenas las personas que se acercaron hasta este emblemático lugar caldense ataviados de la época.
Como ocurre en toda celebración colectiva, había modelos para todos los gustos. Desde las más sencillas campesinas hasta los trajes en los que quedaba la ostentación en evidencia.
Sin embargo, en el recinto no había lugar a distinción de clase social e, independientemente del traje que llevaran, todos coincidían en pararse en algunos de los múltiples puestos que se establecieron en la zona.
No faltaron, por tanto, los cesteiros, figuras de barro, exposición de piezas del hogar, de prendas de época... Y como en toda fiesta gallega que se precie, también había puestos de comida típica como las chulas de calabaza o las filloas de sangre, que causaron sensación. Además, hubo un sinfín de actividades paralelas.