El crimen conmociona al pequeño lugar de O Casal y los vecinos reclaman justicia

La indignación y la rabio recogió el pequeño lugar de O Casal en cuanto se corrió la voz de que el morañés presuntamente había matado a sus hijas. Muchos vecinos salieron a las puertas de sus casas, atraídos también por el despliegue mediático, y expresaron su rabia e indignación por lo sucedido, reclamando justicia para las dos menores. 
Las escenas de angustia no se hicieron esperar y las primeras en protagonizar algunas de las vistas ayer fueron dos amigas íntimas de la madre de las menores, que literalmente se derrumbaron cuando llegaron al lugar y recibieron la terrible noticia. También la alcaldesa de Moraña, Luisa Piñeiro, es “íntima amiga de la exmujer y de él, hasta que se separaron”, según declaró ayer. 

autoridades
La regidora municipal llegó al lugar sobre las dos de la tarde y primero entró en una casa de la zona que atendió a los más allegados a la familia que no podían acceder al lugar de los hechos y esperaban noticias. También estuvieron en esta vivienda dos psicólogas para ayudarles en los primeros momentos de este duro trance. Posteriormente fue hasta el inmueble donde presuntamente David Oubel mató a sus hijas de cuatro y nueve años de edad, y cuando regresó declaró a los medios que “estoy muy afectada porque soy parte implicada”. 
Piñeiro estaba consternada y no podía aguantar las lágrimas pues contó que era íntima amiga de la madre y conocía perfectamente a las víctimas. 

sin explicación
Los residentes en las viviendas aledañas mostraron su repulsa por los hechos. “Ahora le vamos a pagar la estancia en la cárcel entre todos”, manifestó un vecino visiblemente enfadado. “A ese moinante se o puxeran aquí!”, exclamó otro de ellos. Y es que nadie entendía que ha llevado a  David Oubel a cometer semejante atrocidad de la que le acusan, porque “por moito que lles fora mal, as rapazas non tiñan culpa ningunha”, añadió un tercero. 
Y es que la principal hipótesis que barajan los investigadores es que el hombre actuara movido por algún tipo de desavenencia con su exmujer y como un modo de vengarse de ella. De hecho, otro de los morañeses presentes ayer aseguró que “el non se portou ben con ela”. No obstante, parecía que él había rehecho su vida junto a otra persona e incluso se había quedado en la casa familiar, yéndose Rocío V.F. a vivir a otro sitio, a un piso en el casco urbano, con lo cual muchos vecinos tampoco encontraban razones para que el hombre quisiera hacerle daño.   

corrillos en las calles 
Los hechos ocurrieron en un pequeño lugar de la localidad, a unos kilómetros del casco urbano, pero la noticia se extendió rápidamente por el municipio, hasta el punto de que en las calles del centro se vieron algunos corrillos de personas llorando abrazadas. De hecho, el Pleno de la Corporación municipal decretó tres días de luto oficial tras un pleno extraordinario y una concentración de repulsa.