Los temores de los hosteleros se cumplen con un robo en una cafetería del Malecón

Los temores de los hosteleros se cumplen con un robo en una cafetería del Malecón
Los temores de los hosteleros se cumplen con un robo en una cafeter�a del Malec�n en riveira

Los peores temores del sector hostelero de Riveira expresados tras la puesta en libertad de un conocido delincuente, al que desde hace un par de semanas vieron merodeando por la zona del Malecón y calles de los alrededores en donde se ubican sus negocios, se han cumplido. El local afectado ha vuelto a ser, y ya van alrededor de media docena de robos que sufre en los últimos tiempos, un viejo conocido de los amigos de lo ajeno: la cafetería Oliver & Stanley. Y la máquina tragaperras se convirtió nuevamente en su oscuro objeto de deseo que los seduce con sus luces y, sobre todo, el dinero de la recaudación. Aunque por ahora no hay nada confirmado sobre la autoría, el modus operandi utilizado apunta en una dirección.  
Pese a que el nombre del sospechoso no dejó de circular ayer de boca en boca entre los hosteleros de la zona, por el momento se omite ya que la Policía Nacional no descarta otras posibilidades, pues parece ser que hay otros individuos que pudieran estar “trabajando” en la comisión de este tipo de delitos. De todas maneras, los propietarios del último establecimiento al que entraron a robar no dudan sobre su identidad, pues están convencidos de que es la misma persona que les entró en la madrugada del pasado 17 de enero, cuando el ladrón se llevó un botín de 1.130 euros de la tragaperras, de la caja registradora y de un bote.
Los dueños del Oliver & Stanley, que llevan 7 años al frente de este establecimiento, indicaron que lo poco que están haciendo de caja en estos tiempos de crisis se lo llevan los ladrones, y ya tuvieron que prescindir de camareras. “Es desesperante. Nos amargan la vida”, declaró Anahí Diamante, pareja del dueño. Añadió que se dieron cuenta del robo a las nueve de la mañana de ayer cuando fueron a abrir sus puertas y se encontraron con un cristal de la fachada roto, y por ese hueco accedieron los ladrones, que se dirigieron a la tragaperras, de la que se llevaron unos 600 euros; así como 200 euros de la registradora y media docena de botellas de refrescos. 
Los cacos incluso arrancaron la caja del sistema de alarma y la introdujeron en una nevera, posiblemente con la intención de inutilizarla y anular por completo su señal y no hubiera forma de que los pudieran descubrir con las manos en la masa. Una unidad de la Policía Científica de la comisaría de Riveira estuvo recogiendo pruebas y huellas, aunque parece ser que en la consecución de estas últimas no hubo demasiada suerte pues se cree que los ladrones utilizaron guantes para no dejar rastro. 
Varios hosteleros reclamaron públicamente -alguno de ellos se lo pidió a responsables del Ejecutivo local- mayor vigilancia en la zona para disuadir a los ladrones. Otros reaccionaron con resignación e incluso llegaron a especular sobre cual podría ser la próxima víctima: un establecimiento que ya recibió varias visitas de los cacos. Sospechan de dos individuos que el domingo entraron en el local haciéndose pasar por vendedores de calamares, estuvieron mirando el local para saber como entrar y moverse por el mismo. E incluso apuntaron que podría ser que no pasase de la pasada madrugada. n

Los temores de los hosteleros se cumplen con un robo en una cafetería del Malecón

Te puede interesar