El calvario de Campillo

El calvario de Campillo
Alberto Campillo ha tenido que ver todos los partidos esta temporada desde la grada debido a una delicada lesión muscular | da

El 15 de mayo Alberto Campillo jugó su último partido con el Arosa. Han pasado más de siete meses desde entonces y el central vigués de 34 años no ha podido volver a los terrenos de juego. Una lesión muscular complicada y recurrente le ha sumergido en un particular calvario desde el verano. En estos momentos está centrado en su recuperación, sin pensar en plazos para evitar recaídas, y con el único objetivo de “poder decidir cuando me retiro yo del fútbol y que no sea el fútbol el que me retire a mí”, explica.


Todo empezó semanas antes de la pretemporada que el equipo inició en julio. “Estaba siguiendo el plan de trabajo que nos enviaron para llegar aclimatados para la pretemporada. En la segunda semana de este plan noté un pinchazo muy fuerte entre el sóleo y el gemelo de la pierna derecha”, relata el jugador. “Las pruebas confirmaron que había una rotura de fibras en una zona complicada. A los dos semanas de empezar la pretemporada con el equipo volví a notar otro pinchazo en la misma zona”. Algo que volvió a suceder de forma recurrente durante los últimos meses.Incluso cuando ya estaba listo para entrar en convocatoria hace unas semanas.


“Siempre es el mismo sitio. Es una lesión que se denomina pierna de tenista”. La sufrieron jugadores como Sergio Ramos, que le tuvo prácticamente en blanco hace dos temporadas, Bale, Kevin Vázquez y Iago Aspas. “Estos jugadores estuvieron de baja varios meses, pero los plazos exactos de recuperación varían porque cada caso es diferente”. Desde hace unas semanas Campillo, de acuerdo con médicos y fisios, ha decidido no marcarse más plazos. “Estamos realizando la recuperación en base a sensaciones, probando medios alternativos de fisioterapia y medicina. Tanto el club como yo estamos poniendo mucho de nuestra parte, pero ya nos hicimos a la idea de que esto va para largo”.


Campillo reconoce la impotencia de “no recuperarse de una rotura, yo entiendo a todo el mundo que me lo pregunta”, hasta que le diagnosticaron la lesión que tenía y comprendió cómo hacer la recuperación sin fijarse fechas. “Es la peor lesión que he tenido. Psicológicamente estoy tocado. Tengo 34 años y pensar que este tipo de lesiones me puede retirar del fútbol es duro. Ahora voy a pensar en intentar recuperarme. Ya está todo hablado con el club y estamos tranquilos. Quiero ser optimista y pensar que voy a volver a jugar. Entiendo que Luis necesite otra persona ahí atrás y entiendo que busquen un fichaje por el bien del club y del equipo. Yo lo que quiero ahora es recuperarme y volver, el club no me está metiendo presión”.


El regreso de Campillo a los terrenos de juego por tanto no tiene fecha. El Arosa buscará recambio en el mercado y podría incluso liberar la ficha de Campillo si le hiciese falta. El jugador solo piensa en seguir el proceso para no verse obligado a colgar las botas. Está viviendo la cara más amarga del deporte tras casi dos décadas de una carrera brillante sobre todo en Segunda B. 

El calvario de Campillo

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