Clamor contra el árbitro en A Senra

Llueve sobre mojado. El Ribadumia vio ayer como las polémicas decisiones arbitrales evitaron que derrotase al Bergantiños. Los de Luis Carro sumaron un punto, pero debieron ser tres, por méritos, juego y ocasiones. La afición local acabó desquiciada con el colegiado, que anuló una jugada en la segunda parte que era el 2-0 por una supuesta falta de Eloy al defensa cuando el agarrón lo recibió el local. Fue un despropósito que acabó sacando del partido a un Ribadumia que logró adelantarse a la media hora en una acción de pizarra, con remate de Diego Abal certero en el segundo palo. Fue en una falta lateral, bien ejecutada por Tomás Abelleira. Los locales no solo jugaron de tú a tú al hasta ayer líder, sino que lo tuvieron contra las cuerdas. Faltó puntería, tanto antes como después justo del descanso en sendos mano a mano de Hugo Soto ante Cristopher. El Bergantiños en la segunda parte empujó, con su juego directo y el balón parado como mejores armas. Pero el Ribadumia resistió y tuvo sus opciones para rematar la faena, pero no le dejaron. Eloy Fariña le ganó la espalda a los visitantes y fue agarrado claramente por Diego, pero el árbitro dejó seguir. No así solo unos segundos después cuando volvió a arrancar Eloy, le agarró Marcos y el árbitro señaló una falta difícil de entender del atacante cuando ya se disponía a marcar.

Del posible 2-0 se pasó al 1-1 tras una falta muy protestada señalada a favor del Bergantiños. Diego colgó el balón al área y Diéguez fue más hábil que los defensores. De ahí al final los dos quisieron ganar, pero suman un empate que sirve de poco a ambos.