El Cortegada fue un querer y no poder frente al Maristas

El Cortegada fue un querer  y no poder frente al Maristas
Andrea Ríos jugó más de una temporada y media después con el equipo vilagarciano | gonzalo salgado

Cortegada 53-63 Maristas


El Mariscos Antón Cortegada encajó ayer su octava derrota de la temporada al perder ante Maristas Coruña por 53-63 en Fontercamoa en un partido que se le escapó en los últimos instantes del tercer cuarto, cuando encajó un parcial de 4-15 que ya fue irremontable en el último pese a que las locales nunca bajaron los brazos. Debutó Andrea Ríos y jugó algunos minutos María Centeno, pero le faltaron armas al equipo de Javi Nogueira para superar al visitante, con el vilagarciano Pablo Quintáns en el banquillo de ayudante. La primera parte fue igualada. Sara Gómez con sus 12 puntos fue el faro ofensivo local. El Cortegada estaba por detrás ante un rival guiado por la americana Griffin, pero con la sensación en las locales de poder llevarse el partido. Más cuando la muñeca de Nuria Chorén empezó a calentarse en el tercer cuarto. Un triple d e la vilagarciana apretó el partido 29-32 a falta de 3 minutos para el final del tercer cuarto. Pero ahí fue donde llegó el arreón visitante. Con mucho acierto. Los triples de Paloma Dorda y Eugenia Filgueira, que metió sus primeros 5 puntos en el partido seguidos, fueron una losa y el triple sobre la bocina a tabla de la propia Dorda, con muchísima suerte, prácticamente la puntilla. El Cortegada se vio 14 abajo en un abrir y cerrar de ojos, (33-47), con la obligación de otra vez tener que volver a remar.


Empezó con esperanzas el último cuarto merced a un triple en la esquina de Nuria Chorén. Pero aparecieron problemas en ataque ante la defensa coruñesa y no fue posible rebajar más la ventaja. Al contrario, Dorda metió un triple que la elevó a 17 en pleno desconcierto arbitral, cuyas decisiones enfadaron mucho sobre todo al público local. Todo iba en contra del Cortegada, que siguió peleando y creyendo. Logró ponerse a 10 a falta de dos minutos con ese espíritu de no rendirse. Incluso Nuria Chorén, que estaba en racha, dispuso de un triple frontal para ponerse a 7, pero lo escupió el aro. Ya no hubo tiempo. Las coruñesas ganaron y aventajan ahora en 2 victorias a un Cortegada que se marcha al parón un bagaje de 4/8 que invita a pensar en una temporada de transición en la que luchar por ascender empieza a ser una quimera.

El Cortegada fue un querer y no poder frente al Maristas

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