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sábado | 4 mayo | 2024
El tripartito de Ribadumia compareció ayer en el Concello para denunciar una larga lista de “irregularidades” y “deficiencias” en la gestión y mantenimiento de locales, servicios e infraestructuras del municipio, heredades del anterior gobierno del PP.
El alcalde, David Castro, enumeró hasta seis puntos de polémica, destacando la situación en la que se dejó al tanatorio. Construido en 2011, señalan que la obra no se ajusta al proyecto ni al convenio con el Arzobispado, como así señaló el órgano eclesiástico en un informe. Otro de Medio Ambiente requiere más documentación sobre tratamiento de residuos, sistemas de ventilación y aislamiento de ruidos, algo a lo que el anterior ejecutivo nunca dio respuesta. Debido a ello, en abril de 2012 la Consellería decretó la caducidad del expediente, “provocando una grave situación de irregularidade”, lamentó el regidor. Es, para él, una muestra de la “grave irresponsabilidade” del ejecutivo popular.
Otro de los puntos fue la constatación de que el dominio web de la página del Concello, “ribadumia.org”, no pertenecía al Ayuntamiento, sino que estaba registrado a nombre de la exregidora, Salomé Peña. El regidor calificó el tema de “anecdótico”, pero también como prueba “de como se facían as cousas”. El tripartito hizo ya las gestiones para reclamar la titularidad del dominio y confían en que la ahora portavoz de la oposición no reclame.
También han encontrado “sorpresas” en la wifi municipal: “Non se tramitou a adaptación e legalización” de este servicio a la última legislación sobre radiofrecuencia, en 2014, “polo que tamén se atopa en situación irregular”. El Concello busca soluciones ahora con la Diputación.
cero mantenimiento
La falta de mantenimiento centra las últimas tres críticas: El abandono a su suerte de los parques infantiles, con graves deficiencias que obligan a afrontar reparaciones por valor 32.000 euros, “cinco veces máis que a partida de mantemento que nos deixou o goberno do PP”; la infrautilización del Centro de Interpretación da Natureza en Cabanelas, el antiguo refugio de pescadores, reformado en 2004 por 99.000 euros y sin uso actualmente, lo que lo condena como blanco de humedad, grietas y goteras; y el lavadero de Coruto, derrumbado por el camión de la basura hace tiempo, situación de la que tuvo conocimiento la exalcaldesa sin que ni siquiera diera parte al seguro del vehículo, lamentan. Esto supone ahora al Concello un desembolso de 2.300 euros para la restauración del elemento patrimonial.
