La LII edición de la Festa do Viño Tinto do Salnés de Barrantes no solo dejó huella en las cuncas de los más de mil comensales que acudieron este año a Ribadumia, sino también en la de los nueve valedores que juraron llevar el tinto allá por donde vayan. Un acto que, sin duda, estuvo marcado por el éxito, pero que terminó teñido de tragedia tras la muerte de uno de los cocineros del equipo de restauración.
Los actos comenzaron a las 11:30 horas en el Concello, con la recepción de las autoridades y la Honorable Orde dos Valedores dos Viños Tintos do Salnés. Allí, al grito de ¡Viva Barrantes, viva el vino tinto!, comenzaron a marchar hacia la Carballeira. Tras los músicos, Pepe Noya, quien lleva 50 años diseñando los carteles del festejo, sostenía el estandarte este año —y de forma excepcional, sustituyendo al responsable habitual—, encabezando al grupo de Valedores y bromeando: “Pesa un pouquiño”, señalaba.
Así pues, llegados a la Carballeira los catadores de vino tomaron asiento para dar comienzo a la cata de esta LII edición con un jurado que aseguraba en todo momento la fiabilidad de una dugustación totalmente a ciegas.
Entre tanto, los presentadores del evento, Rocío Padín y Anxo Varela, dieron comienzo al acto de investidura de los valedores que “levan o tinto a onde van”.
En total fueron ocho hombres y una mujer los que este año juraron “defender ata caer rendidos, que non hebrios, as bondades deste noso tinto Barrantes e das variedades autóctonas”: Ramón Mouriño, Manuel Padín, José Antonio Paz, José Manuel Paz, Rosa Paz, Jose Ramón Pose, Ventura García, Victorio Oubiña y Alberto Vázquez Núñez.
Así, tras jurar y sellar su compromiso firmando la rúbrica, recibieron tanto los diplomas como las medallas conmemorativas que fueron entregadas este año por Martín Alemparte Vidal, director de la Axencia Galega da Calidade Alimentaria; Alba Martínez, concejala de servizos sociais; Jorge Abal, presidente de la Orde dos Valedores; Yolanda Peiteado, concejala de Medioambiente; María del Mar Rey, concejala de Cultura; Javier Tourís, diputado provinicial; y Vanesa Jorge, concejala de Contas.
Para cerrar este acto, Anxo y Rocío pusieron en pie a todo el público para hacerles jurar por lo que para los ribadumienses es “fonte de saúde, selo da identidade, causa de sorriso e sustento das casas e familias”.
La lectura del pregón era otro de los actos más esperados en este día grande del Tinto. Este año, tal y como señaló la presentadora del acto “tiña que ser alguén da casa” y el Concello contó con
el humorista de Couto de Arriba, Juan Meniño.
El ribadumiense inició su discurso haciendo ver que era un personaje indicado para honrrar el vino de Barrantes por sus años de compromiso con este festejo. “Viñeron pregoeiros máis famosos, pero eu levo vindo a esta festa dende hai 27 anos, así que garantiźovos que ningún sabe da festa máis ca min”, señaló.
Además, tampoco faltó esa riña contra el Albariño, destacando que esta fiesta que se celebra en junio es el comienzo de la temporada y que “despois desta xa veñen outras do viño, se é que se lles pode chamar viños, como a do Albariño”.
Meniño se valió de la poesía para continuar su pregón marcado por la comedia que lo caracteriza y concluyendo con otro pareado contra su vecino de Cambados: “Non bébades Albariño, despídome, Juan o Meniño”.
Antes de despedir la Carballeira, llegó el turno de resolver los ganadores del tradicional concurso de camisetas.
Así, Sofía Núñez Martínez, concejala de Deportes fue la encargada de entregar el tercer premio con una dotación económica de 50 euros y un diploma conmemorativo a la Peña Lucio. Miguel Castro Cháves, concejal de Urbanismo, entregó el segundo premio dotado con 100 euros a la Peña Santiaguiño. Y finalmente el alcalde, David Castro, hizo entrega del primer premio a la Peña Tinto Sentido con 200 euros de retribución.
El mismo alcalde aprovechó el momento para hacer también entrega del premio del tercer concurso de tapas que “maridan cos nosos viños” al restaurante Os Castaños.
El mandatario de Ribadumia concluyó el acto dedicando unas palabras a las autoridades presentes, entre ellos el presidente de la Diputación, Luis López. Además quiso incidir en lo cerca que está Ribadumia de lograr esa ansiada “regularización da variedade de tinto de O Salnés e variedades autóctonas”.
Al finalizar este primer acto de la jornada todos los asistentes pudieron disfrutar de una degustación gratuita de chorizo y pan de millo, incuyendo, por supuesto, una copa de tinto que sería la primera de las muchas que se sumarían esa misma tarde.
Para algunos esto cata gratuita fue hasta “demasiado generosa”, y aseguraron que la ración llegaba incluso para dos o tres personas y preferían esperar por el plato fuerte que estaba por llegar: el pulpo.
Otra de las sorpresas del día tuvo lugar en el mismo pabellón donde se celebró la comida y donde vecinos y visitantes se encontraron con una exposición de escarabajos. Según explicó el presidente de la Asociación Escaravellos do Salnés, cerca de un centenar de aficionados al motor que participaban esa misma mañana en una concentración de escarabajos en Meaño, decidió trasladarse hasta Barrantes para disfrutar de una comida festiva.
Aprovechando la ocasión, expusieron sus vehículos en el recinto, sumándose así al ambiente festivo de la jornada.
Más de 1.000 personas llenaron en esta LII edición las meses del pabellón para disfrutar de un menú compuesto -como manda la tradición- por empanada, pulpo á feira, carne ó caldeiro, fresas ao viño tinto y una gran variedad de tintos de Barrantes y autóctonos.
Sin duda el pulpo fue uno de los platos fuertes, ya que los camareros sirvieron hasta casi las 17:00 horas y el mismo Castro destacó que “el pulpo no podía faltar” en un día grande como este
A pesar del ambiente festivo y el éxito indudable de la edición, la tarde se vio frustrada por un incidente que tiñó de negro el tinto. Un cocinero falleció por una parada respiratoria durante la comida popular.
Los trabajadores encargados del servicio de cocina quisieron rindir un pequeño homenaje al fallecido tras finalizar la comida con un aplauso que hizo partícipes también a todos los que se encontraban celebrando en el Tinto.
Así, tras una jornada marcada por las emociones y la tradición vitivinícola, la fiesta continuó con las actuaciones de las orquestas Los Satélites y Olympus.
Como ya es tradición, tras el postre llegaba la otra parte más dulce de la jornada: los premios del certamen vinicola que este año contó con la participación de 120 ejemplares en concurso.
En la categoría de vinos de Barrantes, el primer premio fue para Víctor Manuel Oubiña, de Ribadumia, quien recibió el premio del mismísimo alcalde, David Castro.
Emilio Mosteiro, de Barrantes, recogió el segundo premio de la mano de Luis López, presidente de la Diputación de Pontevedra. El tercer puesto fue para Rafael Núñez, de Ribadumia, y en su caso el premio fue entregado por José Aspérez, delegado de Turismo en la Mancomunidade de O Salnés.
El cuarto premio también cayó en Ribadumia y fue para Ricardo Núñez, quien recibió el premio del diputado provincial, Javier Tourís. Santo Tomé de Nogueira y su viticultora Marina Porto recogieron el quinto premio entregado por el alcalde de Barro, Xosé Manuel Fernández Abraldes. Y finalmente, Rosana Núñez, de Leiro, subió a recoger el sexto premio por José Abal, concejal de Cambados.
En lo que respecta a los vinos autóctonos, el primr premio fue para Carmelo Vieites, de Corvillón, quien recibió el premio por delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, Agustín Reguera.
El segundo clasificado fue Jesús Seijas, de Lores (Meaño) y el premio fue entregado por el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas, Isidoro Serantes.
Barrantes subió de nuevo al podio con el tercer puesto de esta categoría y fue Mateo Serantes quien recogió el premio de Ricardo Martínez, alcalde de Portas.
También estuvieron presentes el alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, quien entregó el cuarto premio a Ana Belen Mallo, también de Lores, y precisamente el alcalde Meaño, Carlos Viéitez, que entregó el sexto premio a Francisco Javier Vieites, de Corbillón (Cambados). El quinto premio fue para D’Arvellos by Lino Padin y recogió su reconocimiento por un representante del concello de Meis, Martín Casáis.
Ribadumia se despide hoy con la LII Andaina Solidaria, juegos populares y no faltará de nuevo un showcooking para seguir disfrutando de la gastronomía, fuegos artificiales y la actuación de la orquesta Panorama para poner el broche de oro a una fiesta que sigue tiñendo a más y más aficionados.