Las aguas termales: “son aquellas aguas cuya Tª de surgencia sea superior, al menos, en cuatro grados centígrados a la media anual del lugar en que alumbren” y las aguas mineromedicinales: “las alumbradas natural o artificialmente y que por sus características y cualidades sean declaradas de utilidad pública y sean aptas para tratamientos terapéuticos” (de acuerdo a la Ley 5/1995, del 7 de junio, de regulación de las aguas minerales, termales, de manantial y de los establecimientos balnearios de la Comunidad Autónoma de Galicia). Desde 2019 hay una nueva ley para el aprovechamiento lúdico de las aguas termales, y desde entonces hay un Registro de Aguas Mineromedicinales y otro de Aguas Termales en Galicia, y aquellas aguas que cumplan las condiciones, pueden inscribirse en uno u otro registro, siéndoles de aplicación una u otra ley.

Galicia cuenta con una riqueza termal extraordinaria, con gran cantidad de manantiales y afloramientos termales, si bien las propiedades terapéuticas varían dependiendo de la Tª y de las características físico-químicas del manantial y/o afloramiento del lugar de que se trate, y en función de su mineralización se las considera: bicarbonatadas, cálcicas, carbogaseosas, cloruradas, ferruginosas, fluoradas, magnésicas, oligometálicas, radiactivas, sulfatadas, sulfuradas, de ahí que las propiedades y beneficios terapéuticos sean diferentes según el tipo de aguas del balneario elegido. De forma general enumero a continuación algunas de las patologías y problemas de salud que se pueden tratar en los balnearios:

- Dermatología: se utilizan para tratar diversas afecciones de la piel: rosácea, piel atópica, psoriasis, pieles sensibles, pero también para tratar la delicada piel del rostro, ya que calman e hidratan.

- Aparato respiratorio: son muy útiles las inhalaciones de vapor con aguas termales para mejorar la salud de las vías respiratorias y pulmones. Indicadas para pacientes que tienen sinusitis, asma, bronquitis, neumonías, resfriados, etc.

- Indicadas en pacientes en situaciones de estrés y tensiones mantenidas, las aguas termales aportan la energía y el relax necesarios para volver a la lucha diaria, en un entorno tranquilo y de naturaleza, que siempre ayuda.

- Eliminan toxinas del organismo y ayudan a producir endorfinas: mejorando el estado de ánimo, son un complemento ideal para tratamientos contra la depresión, ansiedad, insomnio, etc.

- Indicadas para tratar dolores musculares, óseos y de articulaciones: relajan la musculatura, reducen las contracturas y la rigidez neuro-músculo-osteo-articular, efecto analgésico y antiinflamatorio sobre los músculos y las articulaciones; artrosis, ciática, gota, enfermedades óseas, etc.

- Contribuyen a mejorar el proceso de rehabilitación tras una operación: ayudan a la movilidad, a la coordinación, al equilibrio y a la resistencia, actuando como agente terapéutico; solamente el hecho de sumergirse en las aguas termales, ayuda a mejorar la circulación sanguínea y relajan los músculos.    

*Científico, académico, experto en salud ambiental y salud pública.