“Un cáncer de todos”

Hace un par de jornadas, concretamente el día que conmemora la investigación de la lucha del cáncer de mama, me pararon por la calle para preguntarme si quería hacerme una fotografía en favor de esta causa para compartirla en redes. Naturalmente respondí que sí, en primer lugar porque estoy un poco cansada de que Instagram muestre sin piedad familias felices hasta la saciedad, niños primorosamente vestidos, viajes de ensueño, casas de revista y carísimos restaurantes.
 

Y, en segundo término, porque cualquier causa que ayude principalmente al colectivo femenino, para mí es la mejor de las causas.
 

Una vez tuve un buen amigo que llegó a mí a través de uno de los periódicos con los que colaboro.
 

Él tenía 96 años y había sido el primer presidente de la Xunta de Galicia con la instauración de la democracia.
 

Sobra decir que para mí fue un honor conocer a Gerardo Fernández Albor y que, entre los dos, surgió una amistad que duró hasta que él murió y que dejó en mis entrañas frases que todavía retumban en mi interior: “tú y yo somos humanistas. Al margen de ideologías políticas, valoramos a las personas por lo que son, por lo que han logrado por sí mismas y por su aportación a la sociedad, sea esta de cierta relevancia o de ninguna”.
 

Hay, además, quien dice de mí que soy feminista y, por supuesto acierta, pero es una pena que este término se haya politizado y que se asocie a la más radical de las izquierdas.
 

Lamentablemente hay gente que sigue sin comprender que ser feminista no es creer que la mujer es superior al hombre, sino que supone pelear pacíficamente por conseguir derechos que durante mucho tiempo estuvieron reservados exclusivamente a los hombres, así como abolir comportamientos nocivos, intolerables y peligrosos, que disfrazados de tradiciones pueden llevar a una buena parte de los chicos más jóvenes a cometer errores irreparables contra las mujeres.
 

Quizás si todos fuésemos más humanistas, desterraríamos para siempre términos como machismo y feminismo…, pero hasta entonces no queda otra que seguir defendiendo con todas las de la ley la igualdad de derechos y de obligaciones entre géneros.

“Un cáncer de todos”

Te puede interesar