Chapapote político

El comportamiento de muchos políticos y medios de comunicación con los pélets me trajo a la memoria “Las moscas”, la fábula de Félix María de Samaniego que los escolares de mi generación recitábamos de memoria: “A un panal de rica miel dos mil moscas acudieron, que por golosas murieron presas de patas en él…”.


La graciosa ironía del fabulista riojano retrata la imagen de Yolanda Díaz, de punta en blanco, y de Errejón, con cara de asustado, meneando media docena de pélets  -el panal de rica miel electoral- en una playa de A Pobra do Caramiñal con lo que querían montar otro Prestige activando aquel Nunca Mais, como si los pélets fueran un chapapote invasor de la costa gallega.  


Que la vicepresidenta segunda y el líder de Más País aparezcan en la arena mostrando cuatro bolitas de plástico para magnificar y convertir este vertido en una catástrofe medioambiental es tomar a los gallegos por imbéciles y los gallegos dimos muestras sobradas de inteligencia, de tener criterio propio y de no dejarnos manipular. “Insultar a los gallegos -escribió un internauta- no es un buen negocio”.


Pero las fotografías de Yolanda y Errejón, igual que las de la señora Pontón y del señor Besteiro -por un voto se apuntan a un bombardeo- además de ridículas, tienen una vertiente obscena como es crear una alarma injustificada que afecta a la actividad del sector pesquero, que ya tiene bastante con los contratiempos que padece a lo largo del año.


En este sentido, el daño que no crea el vertido de pélets -que es un problema, pero no una catástrofe- sí lo está creando el alarmismo injustificado y la manipulación bochornosa de los políticos hecha únicamente por razones electorales. “Por desgraza hai pélets en Canarias e Tarragona e no mar hai moitos máis plásticos que estas boliñas…”, señala la gente del mar. De hecho, el operativo de limpieza retiró en un día 300 kilos de pélets y tres toneladas de basura con otros plásticos. No se puede frivolizar y alarmar con estos temas, es perjudicar a todo el sector pesquero.


Es misión de la oposición fiscalizar la acción de la Xunta y presentar mejores soluciones a los problemas ciudadanos. Pero si para arrebatarle el poder no encuentran más motivos que agitar la tardía reacción ante los pélets es que el gobierno gallego lo está haciendo bien.  No son formas de mostrarse como alternativa.  


Las Moscas de Samaniego murieron por golosas y “así, si bien se examina, concluye la fábula, los humanos corazones perecen en las prisiones del vicio que los domina”. El vicio es la burda estrategia de ver en los pélets “un panal de rica miel electoral” que no se sostiene. Deberían recordar lo dicho por el internauta: “es un mal negocio tomar a los gallegos por imbéciles”.  

Chapapote político

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