Si se premia al político por mentir, calumniar y desacreditar, sin pruebas, debiera ser castigado por los votantes y por la justicia. Estas derechas se creen portadores de valores eternos negándole a los demás su legitimidad cuando ganan las elecciones. Cuando su partido es el más votado quieren que los dejen gobernar, pero cuando el partido más votado es otro, ya no; y sin embargo Feijóo sacó el papel en el debate para que lo firmara Sánchez; mientras pactó con Abascal en más de 100 ayuntamientos y varias autonomías cuando el partido más votado fue el PSOE. Justo lo mismo que hicieron en las elecciones autonómicas anteriores en Andalucía, Madrid, Castilla y León. Feijóo no se acuerda cuando el PSOE se abstuvo para evitar nuevas elecciones generales, así salió Rajoy presidente del gobierno de España. No hizo lo mismo el PP cuando el PSOE fue el partido más votado, por lo que Sánchez tuvo que convocar nuevas lecciones generales y volvió a ser presidente. El PP no reconoció la legitimidad de Sánchez atacando a su persona. Recordemos cuando el PSOE fue oposición, el gobierno del PP nunca tuvo problema para renovar los órganos judiciales por imperativo legal de la Constitución. El PP lleva cinco años bloqueando el Poder Judicial y Supremo con la mayoría que no le pertenece que dejó Rajoy . Así las cosas, la justicia no hay por donde cogerla, se la quedan para sí solos. Están contra todo lo que hizo Sánchez, por eso Feijóo quiere derogar todo lo hizo este gobierno. Feijóo solemniza la mentira con buena dicción para mentir sin pestañear. Es reincidente en poner en entredicho a Correos cuando gobiernan otros, ofreciéndose a pagar las horas extraordinarias a los carteros en el primer consejo de ministros arrogándose el poder que correspode a los votantes y que desobedezcan a sus jefes, olvida que fue presidente de correos puesto con Aznar. Ya hizo lo mismo en las elecciones autonómicas de Galicia contra Touriño, acusándole de comprar muebles caros y coches, que eran los que tenía Fraga, y al gobierno central del PSOE de manipular correos. Será triste que gente del pueblo llano se diera un tiro en el pie votando a un partido que va a gobernar contra ellos, como paso en la crisis del 2008.
Feijóo experto en desviar la atención sin explicar qué haría si llegaba a presidente del Gobierno de España. Recurrir a politizar en campaña las víctimas del terrorismo veinte años atrás, es caer muy bajo. Lo que se está dilucidando ahora en estas elecciones es conseguir el mejor gobierno. Desacreditar a Sánchez con falsedades como decir que gobierno con los independientes es una manipulación, dado que el Gobierno lo forman PSOE- Podemos.
Se olvida Feijóo que todos los gobiernos de España, de derecha e izquierda, pactaron con los independientes, desde Suarez con Tarradellas, Gonzalez y Aznar con Pujol y Zapatero, menos Rajoy echando una cortina de humo para tapar la corrupción que pesaba sobre los dos partidos, PP y Convergencia i Unió (CIU). Así subió del 10% al 48% con Rajoy. Sánchez, con todos los diputados del PSOE votaron a favor del artículo 155 de la Constitución apoyando al gobierno de Rajoy para rescatar las competencias de la Generalitat.
Sánchez perdió ocasiones para dejar en ridículo al contrincante. Por ejemplo cuando Feijóo le puso el papel para firmar que gobernara el partido más votado, Sánchez murmullo por lo bajo, que hablara con Vara que fue el más votado en Extremadura y en Canarias y 100 ayuntamientos más. Feijóo no respetó la lista más votada cuando era la del PSOE recurriendo triquiñuela teatral en el debate de que Sánchez firmará un papel. ¿Por qué no hizo la propuesta en el Parlamento, que es el que hace las leyes?
Feijóo nos lleva engañando a los gallegos desde que entró en la Xunta de Galicia. Nos engañó con las Cajas de Ahorros, con Pemex para construir un montón de barco-hoteles, Alcoa si ganaba las últimas elecciones autonómicas, etc.
No es lo mismo mentir que corregir. Los gobiernos corrigen por causas sobrevenidas, igual que los particulares, cambiando planes. El pueblo vulgo no sabe distinguir entre un sujeto cínico y un templada. Feijóo tiene las dos características y buena dicción para convencer. Yo no quiero para mi país que ganen políticos que nos mientan, acusando a sus adversarios de ser más mentiroso.