Feijóo, de candidato a la presidencia a la moción de censura

Desde que se instaló la última democracia en España, los candidatos a presidentes de gobierno solo se dedicaron a exponer su programa sin criticar a los demás partidos.


Feijóo solo se dedicó a criticar a los partidos que supuestamente votarían a Sánchez para romper España, palabra que la derecha viene utilizando durante décadas cuando gobiernan otros, olvidándose de lo dicho cuando gobiernan ellos. No olvidemos que cuando gobernaba el PSOE, Aznar estaba todos los días diciendo que “se rompe España” por pactar con los nacionalistas. Lo mismo pasó con la famosa frase reiteradamente utilizada por Aznar, “váyase Sr. González”. Ahora para la derecha, González y Guerra (cosas veréis) son los buenos para el PP, cuando antes eran las bestias negras, ahora dicen que debiera ser el modelo  a seguir por Sánchez.


Si algún cambio hubo en el PP desde su fundación, fue a peor. Hay que reconocer que Feijóo tiene la habilidad y dicción para retorcer la realidad sin pestañear. Un ejemplo: “No quiero los votos de Bildu”, lo mismo le decía el PP a Pujol, “enano, habla castellano”, luego cuando el PP quiso formar gobierno, pactó con los enanos y Aznar hablaba catalán en la intimidad. O lo que dijo Arzalluz del PNV, “conseguimos más de Aznar en ocho días que de Felipe González en 14 años”. No es bueno para el pueblo que un político invierta la mayor parte de su tiempo en atacar a la persona del adversario y engañarnos para que les votemos. Tiene que esforzarse en trabajar con más civismo, proponiendo soluciones a los problemas de la gente. Así ganarán ellos honestamente y también nosotros.


Feijóo quiso presentarse a presidente del gobierno de España con toda la legitimidad, aunque sabía que no sería capaz de conseguir los votos perdiéndose un mes. No es decente que quiera suplir su fracaso atacando a los otros partidos en vez de aportar un proyecto político para resolver la situación que  tienen los países que conforman España. Digo países porque afortunadamente tenemos varias lenguas, costumbres,  cultura y derechos que la derecha usa pero no quiere reconocer a los demás. Quieren unificar por la fuerza, sobre todo cuando está en la oposición. Hay tres autonomías históricas con sus diferencias culturales, lingüísticas y la  Constitución reconoce la pluralidad de España que nunca puede darse por cerrada porque la dinámica social en democracia crea espacios que todas las constituciones  admiten ser revisadas.


Hasta ahora solo tuvo dos revisiones pactadas entre el PSOE y PP, una para el derecho al voto de los extranjeros en España, Art.13.2 y otra, en el fondo, para devolver los créditos de los bancos españoles pedidos a los bancos alemanes para la burbuja inmobiliaria y por imposición de Merkel. Art.135 sometiendo las administraciones al ahorro para rebajar el gasto público. En nuestra Constitución aún quedan muchos derechos que no llegan a los ciudadanos.


Todos los presidentes de nuestra reciente democracia han pactado con los nacionalistas cuando les convino a cambio de algo, como lo hizo Sánchez para ser presidente. Lo malo ahora es que el PP de Feijóo, ni el PNV, ni Junts per Cataluña, lo quieren para el pacto, a pesar de que son de derechas.


¿Que ahora algunos nacionalistas se mutaron independientes como el caso de Junts?  Se debe a la confrontación abierta por el PP cuando gobernó soliviantando a muchos catalanes que no eran independentistas en la creencia de que estaban contra Cataluña. Todo empezó para desviar la atención de la corrupción del PP y CIU.

Feijóo, de candidato a la presidencia a la moción de censura

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