Hoy las derechas copan los populismos

El populismo según la RAE es una tendencia política que pretende atraerse las clases populares. Su origen fue un movimiento ruso del siglo XIX llamado narodnismo, que traducido al español se deriva del lema “ir hacía el pueblo”, era guía de los movimientos democráticos rusos en lo segunda mitad del siglo XIX.


Hoy el término “populismo” es asumido por las derechas extremas insertadas en poderes fácticos económicos, manipulando las bases sociales de las que aprovechan sus frustraciones provocando su desequilibrio emocional y el descontento invirtiendo fuertes sumas en propaganda, mintiendo y manipulando la gente, sin enterase de que son víctimas propiciatorias sin darse cuenta, como paso con Trump  en EE. UU., Boris Johnson en Reino Unido y Bolsonaro en Brasil. Sólo duraron una legislatura, lo mismo que le está pasando con otros extremistas en otros países, menos en España gracias al PP que pacta con Vox poniéndose a su altura ideológica. Quieren volver a los extremismos como en los años treinta con Mussolini que inventó el fascismo y lo votaron la clase trabajadora, lo mismo pasó con Hitler, de lo que no tardaron en arrepentirse los trabajadores por la violencia que desataron contra la humanidad provocando la Segunda Guerra Mundial. Los extremistas quieren aprovecharse de la gente imponiéndole lo que ellos no cumplen. Quieren gobernar nuestras vidas con ideología primitiva. El populismo se usa como retórica  para degradar a los adversarios políticos. Se confunde populismo con demagogia. Hay populismo de derechas y de izquierdas, pero últimamente se llevan la palma las derechas como hemos visto con el finado Berlusconi expresidiendo los gobiernos en varias legislaturas que ningún gobierno anterior había superado en  Italia, a base de grandes inversiones en medios de comunicación ocupando los principales centros de poder con propaganda y compra de voluntades lo que demuestra lo vulnerable que es la democracia para conseguir el poder y retenerlo con medios económicos, a base de no pagar impuestos y cambiar las leyes para protegerse de sus corrupciones. Así lo hicieron  Berlusconi y Trump.  


Berlusconi y Trump pusieron de moda en occidente el populismo imitado por Bolsonaro en Brasil, Giorgia Meloni en Italia y Le Pen  en Francia, pero los demás partidos de la UE le ponen línea roja, mientras en España el PP le pone alfombra roja a Vox gracias a los votos del pueblo, que ojalá no tengan que arrepentirse como en el pasado.


El PP al meter a los extremistas en las instituciones, queriendo acabar con  los derechos civiles conseguidos, dejándose arrastrados por la ideología excluyente. Lo vamos a pasar muy mal. El PP hace años que se escoró hacia la extrema derecha negándose a renovar los órganos judiciales caducados desde hace  cinco años incumpliendo la Constitución: el Poder Judicial, el Supremo y la Junta Electoral Central con mayorías conservadora  a su servicio ideológico paralizando la justicia del país sufriendo los ciudadanos. El PP no puede presumir de ser constitucionalistas saltándose las leyes como hicieron los independentistas catalanes. No reconocieron la legitimidad de este gobierno  elegido en urnas, lo que demuestra que se puede ejercer totalitarismo ideológico en  democracia.


Estamos comprobando que se vota a los partidos que mejor desacreditan al gobierno de coalición PSOE- Podemos llamándole gobierno  Frankenstein al que mejor gobernó  para  todos. Frankenstein son los  gobiernos  que están  pactando el PP-Vox. Hicieron campaña electoral contra el gobierno desde el minuto uno de ser elegido, sin más razones. No se sabe cuál es su programa electoral, le basta con recurrir a las emociones más que a razones de interés general.

 

Hoy las derechas copan los populismos

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