Periodismo radiofónico

Para mí ha sido muy difícil escribir de un compañero que compartió conmigo muchas aventuras periodistas durante más de  cuatro décadas de ejercicio profesional. Y mucho más difícil es hacerlo cuando ese compañero es amigo y ha sido parte de mi vida personal y familiar. Con Luis Rial Suárez conviví muchas horas de periodismo directo y en vivo buscando la noticia para luego trasmitirla a nuestro oyentes y lectores.


El comienzo de la semana ha sido en verdad muy duro al tener que despedirme de la persona con la que  compartí cientos de horas de periodismo radiofónico y de grandes vivencias en el mundo de la información pensando siempre que lo primero de todo era darle al lector, al oyente, la mejor de las informaciones  contadas  a través de esos hechos que nos va poniendo en el camino la vida. 


En sus más de seis décadas de profesión radiofónica Luís Rial marcó escuela  con un estilo propio y una forma muy personal de hacer radio. De entender el hecho informativo sonoro y cómo contarlo a los oyentes. Amante de la improvisación ganaba muchos enteros en el cara a cara, en el trato directo con el entrevistado y era muy cuidadoso y meticuloso a la hora de planificar cualquier programa que mantenía  el contacto directo con el público. 


Ha sido un  gran innovador buscando siempre nuevas formas con el fin  de que  el oyente estuviera más cerca  de los acontecimientos que se producían a su alrededor. Llevó la radio a lugares recónditos e inverosímiles.


Por las noches  y cuando  intentaba conciliar el sueño en esos días que tuvo que soportar con gran resignación  a Luís le gustaba rememorar alguno de los capítulos del libro en el que se presenta su más de medio siglo de caminar por el periodismo radiofónico en el que creo una escuela muy personal en  la forma de contar los hechos informativos. 


Estoy seguro que hoy en el Savoy, lugar fantasioso y emblemático creado por otro gran periodista, José Luís Alvite, estarán juntos contando historias del periodismo. El primero con su máquina manual de escribir , y el segundo intentando colocar sus cintas en  el viejo magnetofón revox. 


De su voz, la de Luís, y de su pluma, la de José Luís, salieron las mejores noticias contadas a los oyentes, con un marcado y personal sello periodístico. Dos estilos totalmente distintos, pero con  el nexo de buscar siempre que el oyente y el lector estuvieran perfectamente informados. 


Los tres juntos  cubrimos  importantes  y muy destacados hechos informativo. Luis me enseñó a  contar  historias a través de la radio, y José Luís remarcarlas en el papel impreso. 


Seguro que hoy en el Savoy, como hacíamos todas las tardes tomando café en “La Radio”, estarán planificando una salida para cubrir alguna noticia.

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