El político que calumnia debe ser penalizado

Estamos asistiendo a un espectáculo bochornoso entre partidos con el “y tú más”, en vez depurar a los canallas corruptos que se apropian de lo ajeno, ignorando que son ellos los culpables de la corrupción que ambos niegan. Los partidos democráticos y el gobierno en particular debieran ser respetuosos con las leyes y la Constitución, cosa que no hacen después de más cinco años sin renovar el Consejo General del Poder Judicial tal como dice la Constitución. Si los políticos se calumnian  a la ligera para sacar rédito político, es indecente como la sentencia conocida que absolvió a la vicepresidenta del gobierno valenciano anterior, Mónica Oltra, por ser denunciada por la extrema derecha. En Galicia hubo 30 imputados, alcaldes, concejales y empresarios por corrupción (Caso Orquesta) que al final quedó en nada. Lo mismo pasó con  Pokemon,  con 200 imputados por corrupción, varios alcaldes y concejales dimitidos, y  quedó en nada, después del espectáculo mediático que en nada favorece el interés general. Esta táctica de los partidos de pedir la dimisión del otro sin  respetar la presunción de inocencia demuestra que nuestros políticos no tienen educación cívica. La justicia tiene que penalizar duramente la corrupción, calumnias y denuncias falsas y resolver en tiempo récord para que no sigan intoxicando a la ciudadanía, y estar callados hasta que haya sentencia. El gobierno acaba de crear una comisión en el Congreso, y el PP otra en el Senado por la corrupción; unos por el caso de la pareja de Ayuso, y otros por el caso Koldo. Esas comisiones sirven para  prolongar  el enredo con gastos y pérdida tiempo. Como ambos casos están en manos de la justicia, es una crueldad que nos sigan torturando. Está claro que deberían dedicarse a otras cosas más útiles. Los juzgados atascados y los partidos enredando. Es más grave la calumnia para la democracia y el interés general entre políticos  que entre particulares, porque estos no afectan a los intereses generales. La administración pública es única, a diferencia de la privada, que si no te gusta, a otra.  Pero si tu gobierno local, provincial, autonómico y central no te sirve no te puedes saltar esa exclusividad.


No es de recibo tanto enfrentamiento  entre partidos  cuando la economía va bien, la riqueza se distribuye mejor, los salarios y pensiones subieron, se pasó de 19 a 21 millones de trabajadores, los más ricos pagan impuestos al hacerse más ricos en la crisis del Covid. El presidente Sánchez se mueve como pez en el agua en los foros internacionales hablando con los mandatarios sin traductor, y sin estar perdido por los pasillos como sus antecesores.


El cabreo de la oposición no ayuda a resolver los problemas de la gente. Debieran buscar los puntos flacos del gobierno que sin duda tendrá, en vez de  fomentar  odio.


Muchos pensamos que Feijóo  desbloquearía la crisis institucional en la cúpula judicial  que perjudica el funcionamiento de la justicia, pero todo sigue igual. Feijóo hace de bifronte haciendo declaraciones como esta: “tenemos los peores políticos de los últimos 45 años”. Siendo así, ¿qué hace por mejorarla? Feijóo está cautivo y desarmado frente a los barones como quedó demostrado cuando Casado quiso ir contra la corrupción del hermano de Ayuso, lo fulminaron ipso facto. Es una pena que el PP no sea homologable al PPE de la UE que no pactaron con la extrema derecha como pactó aquí con Vox, su marca blanca.

El político que calumnia debe ser penalizado

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