La llegada del buen tiempo en estos últimos días en la Ría de Arousa ha impulsado a los bañistas a coger la toalla e irse a las playas vilagarcianas y a los pescadores a ponerse en el muelle a ver si picaba algo. Fue en estos enclaves en donde al menos durante dos jornadas se apreció que el agua del mar estaba rojiza, muy pegada a la orilla o cuando batía contra las piedras del muelle. Ante estos episodios muchos eran los que se preguntaban si era marea roja o si había algún tipo de vertido que pudiese ser perjudicial. Al parecer, ni una cosa ni la otra. Desde el Intecmar confirmaban a la Consellería do Mar lo que ya puede verse en los informes de estado, que no hay biotoxinas ni en Vilagarcía ni en toda la Ría de Arousa. Una situación que se ha mantenido más o menos estable en los últimos meses en esta parte de la costa gallega.
En todo caso desde el Intecmar apuntaron sobre la situación rojiza de las aguas en Vilagarcía que esto podría deberse a “eventos de discoloración das augas asociadas a poboacións elevadas de determinados organismos microscópicos que forman parte do fitoplancton”.
Algo que no es –en todo caso– la primera vez que ocurre en las inmediaciones de la playa de A Concha-Compostela. De hecho hace ya unos años que se alertó en una jornada muy calurosa de playa de que había un vertido en este arenal, que finalmente se debía a un fenómeno natural y la presencia de fitoplancton por las altas temperaturas. De ahí que no sería extraño que la presencia de agua aparentemente roja en la costa arousana sea un episodio que vuelva a repetirse este mismo verano.