Las lonjas arousanas facturaron 87 millones en 2022, lejos aún de las cifras prepandemia

Las lonjas arousanas facturaron 87 millones en 2022, lejos aún de las cifras prepandemia
Un momento de la subasta en la lonja de O Grove | gonzalo salgado

Las lonjas arousanas empiezan a ver la luz tras dos años de pandemia en los cuales las ventas y la facturación se vieron notablemente afectadas. Así se desprende de los datos publicados en el portal Pescadegalicia.com, que apuntan a que en 2022 las doce rulas de la Ría facturaron un total de 87.032.154 euros, una cifra que mejora respecto a las dos anteriores anualidades (marcadas por la pandemia del coronavirus). Así pues por las lonjas pasaron un total de 30.299.973 kilos, tres millones más que en 2021. Lejos también en cantidades de las que se registaron en 2019 con algo más de 36 millones de kilos y una facturación que alcanzó en aquel momento los 95,2 millones.


La mayor subida en facturación respecto a 2021 la experimentó la lonja de Rianxo. Esta rula pasó de 1,5 millones de euros a más de cuatro millones en solo una anualidad. Un buen año, también en el número de kilos de producto registrados. En 2022 fueron 605.568 kilos y en la anualidad anterior 245.492 en total. De ahí que la subida en euros esté equiparada a la de cantidad de marisco y pescado registrados.


Ribeira –la lonja con mayor producción de toda la Ría de Arousa y también una de las más importantes de Galicia– finalizó el año con una facturación de 40,2 millones de euros tras pasar por sus dependencias 24,5 millones de kilos de producto. Los datos son notablemente mejores que en 2021, alcanzando casi las cifras de 2019 cuando ya se superaron los cuarenta millones de facturación.


Carril es otra de las lonjas que mejoró respecto a la anualidad anterior, pero que en 2022 no logró superar (como sí ocurrió en 2019) la barrera de los diez millones de euros de facturación. Se quedó en 9.179.027 en total, casi uno más que en 2021. Por el local de la Alameda pasaron 911.517 kikos de producto, la mejor cifra desde la pandemia.


La lonja de Portonovo también empieza a respirar con tranquilidad. En 2022 facturó 2.192.351 euros con 867.156 kilos de producto. Una cifra nada desdeñable, teniendo en cuenta que ni en 2021 ni en 2022 llegó a los dos millones. El resto de las rulas todavía caminan a ralentí y todas registran cifras de facturación más bajas que en 2021, un año marcado por el covid y por todas las restricciones que lo acompañaron. Vilaxoán también tiene una evolución positiva. En 2022 acabó con una facturación de 849.376 euros, muy cerca de los datos de 2019 y superando ampliamente en casi cien mil euros a los obtenidos en el ejercicio anterior.


Lo cierto es que lonjas como la de Vilanova parece que no levantan cabeza. Cierra 2022 con 2.705.856 euros de facturación, muy lejos de los 4,3 millones que podían verse en 2019 y todavía por debajo de los tres millones de 2020 y los 2,8 de 2021. La cantidad de producto que llegó el año pasado a esta lonja en comparación con antes de la pandemia es la mitad, pasando de 438.589 kikos a 239.376, una caída muy notable.


Números más bajos


Lo cierto es que ni siquiera lonjas con gran actividad como pueden ser las de O Grove y la de Cambados acaban de despegar del todo. La rula meca facturó en 2022 un total de 8.076.070 euros con sus 681.049 kilos de producto. Aunque lleva al menos cuatro años en el límite de los ocho millones nunca ha estado tan cerca como ahora de bajar del mismo, ni siquiera en el covid.


     En Cambados no han llegado este año que acaba de terminar a los ocho millones que sí se superaron sin problemas en 2021. La cifra con la que se cerró el año es de 7.620.939 euros con un registro de 1.236.946 kilos de productos.


    En A Illa la facturación también bajó respecto a 2021 y 2020 y todavía muy lejos de las cifras prepandemia. Los 585.825 kilos de producto que pasaron por la lonja generaron un total de 4.234.868 euros. Cabe recordar que en 2020 esta lonja estuvo al filo de los cinco millones facturados y en años anteriores superaba ampliamente los seis millones. Ahora se está notando una bajada sustancial tanto en los kilos registrados como en el dinero que estos generan.


     Por su parte en Aguiño la facturación bajó a los 2.830.046 euros, aunque también lo hizo la cantidad de producto del mar registrado, que se quedó en los 184.718 kilos frente a los 218.722 del año pasado. En Cabo de Cruz la situación empieza a remontar con 4.140.996 euros facturados en el año que acaba de terminar, una cifra muy próxima a años anteriores y mejor que en 2018. En el caso de la lonja de A Pobra la facturación alcanzó los 957.130, menos que en 2021 donde se superó el millón. 

Las lonjas arousanas facturaron 87 millones en 2022, lejos aún de las cifras prepandemia

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