Sangría en el campo: Arousa pasa de 11.689 labradíos a 1.812 en 30 años

Sangría en el campo: Arousa pasa  de 11.689 labradíos a 1.812 en 30 años
Unas fincas de maíz en la parroquia de Carracedo, en Caldas de Reis | d.a.

La situación de la agricultura en las comarcas arousanas y su zona de influencia es un fiel reflejo de los cambios que sufrió la economía en las últimas décadas. El trabajo de la tierra ha pasado de tener mucha relevancia a ser prácticamente invisible en las estadísticas. Un cambio total de modelo que se consolidó en solo treinta años.


Así, las comarcas de O Salnés, O Barbanza y Ulla-Umia pasaron de tener 11.689 labradíos en el año 1989 a solo 1.812 en el ú ltimo censo agrario, realizado en 2020 y publicado dos años después.


Son datos que ponen de relevancia una tendencia que se da en absolutamente todos los concellos y que es especialmente sangrante en aquellos que tuvieron, en el pasado, una importante actividad agrícola. Es el caso, por ejemplo, de Ribeira, que en el último año de la década de los ochenta tenía 952 tierras labradas, frente a las 78 con las que cuenta en la actualidad. La tendencia es igual de devastadora en el resto de la comarca de O Barbanza, que en treinta años perdió 2.611 labradíos. Así, Rianxo, con un eminente carácter rural, pasó de 861 tierras labradas en 1989 a solo 82 en la actualidad. En la misma situación se encuentra la comarca de Ulla-Umia, que de tener 3.572 labradíos en 1989 pasó a tan solo 664 en el último censo agrario. En este caso, el  ejemplo más sintomático quizás sea el de la cabecera de comarca. Así, Caldas tenía 902 tierras labradas hace treinta años, mientras que en 2020 suma tan solo 111.


Ligero repunte en pandemia


La comarca de O Salnés sigue la misma tendencia, pasando de 5.190 labradíos en la década de los ochenta a tan solo 832 en la actualidad. Se trata de una situación que se fue acentuando en los años 2000, con el boom de la construcción y el turismo. Así, por ejemplo, Cambados incluso incrementó sus tierras labradas entre 1989 y 1999, pasando de 597 a 693. Sin embargo, el censo de 2009 las deja en 316 y ahora tiene 115. En Vilagarcía se da una curiosa circunstancia: El aumento de las explotaciones agrícolas en el último censo. La capital arousana pasó d 637 tierras labradas en 1989 a solo 116 en el censo agrario de 2009. Sin embargo, en 2020 se percibe un ligerísimo repunte, al alcanzar las 125. Podría estar motivado por el coronavirus. Abordar los factores del abandono del campo es, probablemente, uno de los retos futuros. 

Sangría en el campo: Arousa pasa de 11.689 labradíos a 1.812 en 30 años

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