El sindicato médico denuncia que el Hospital está “al borde del colapso”

La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) denuncia que el Hospital do Salnés está “al borde del colapso”, tras las derivaciones de pacientes llegados desde Montecelo durante el pasado fin de semana.
 

Fue, en realidad, la gota que colma el vaso, según denuncian Ramón Barreiro y Juan Campos, delegados del CESM- Galicia en el distrito sanitario de O Salnés. El sindicato explica, en un comunicado, que la situación se arrastra desde hace tiempo, debido en buena medida a la falta de médicos en los PAC, que acaba derivando en una mayor presión en las urgencias hospitalarias.
 

“En los últimos meses estamos asistiendo en el área de Pontevedra- O Salnés, de forma reiterada, casi permanente, a incidencias y deficiencias que hacen que prácticamente todos los Puntos de Atención Continuada no puedan atender a la población asignada por falta de personal médico”, aseguran desde el CESM, que suma a esto las “graves deficiencias” de personal en los centros de salud, “con vacantes que no se dotan, ausencias que nunca se cubren en caso de bajas, vacaciones y permisos reglamentarios, cupos sobredimensionados e interusbstituciones que hacen muy difícil la atención digna a los pacientes”, explican los delegados.
 

Sin aviso previo

Además, el sindicato médico recuerda que, en plena temporada de otoño-invierno, el Hospital do Salnés se encuentra atendiendo a la demanda incrementada por la patología estacional, como infecciones respiratorias, cuadros gripales, viriaisis infantiles y el covid que, señalan, “sigue campando en  nuestro medio y nos obliga a cambios en los procedimientos de trabajo que complican la dinámica de los servicios asistenciales”. La situación se complicó todavía más el domingo pasado, con la derivación de pacientes procedentes de toda el área de Pontevedra- Salnés al centro de Ande. “Somos conscientes de que situaciones complejas puedan requerir actuaciones extraordinarias, pero nunca improvisadas y faltas de análisis riguroso previo de la realidad. Y, mucho menos, sin la adecuada planificación de recursos para poder llevarlas a acabo con un mínimo de seguridad clínica para los pacientes y para los profesionales”, dicen desde el CESM, que reclama “respeto”, “empatía” y, al menos, que se les avise con “un mínimo de tiempo”.