El Villalonga vuelve por sus fueros

El Villalonga vuelve por sus fueros
Íker Hurtado sufre una falta durante el partido de ayer en Calabagueiros alejandro lorenzo



El Villalonga vuelve por sus fueros en Tercera División. Ayer ganó en Calabagueiros al Barco 0-1 con un gol del joven Josiño Filgueira al inicio de la segunda parte. Otra machada, como la protagonizada hace diez días en Carballo. El equipo de Antonio Fernández va embalado hacia el objetivo de la permanencia. Alcanza los 25 puntos, séptimo en la tabla y con un colchón de 9 sobre los puestos de descenso. La victoria de ayer tiene más mérito si cabe por las rotaciones introducidas por el técnico ante un rival que por plantilla tiene que pelear el título pero es la gran decepción de la liga hasta la fecha.
El Villalonga viajó al Barco pensando en el duelo que el domingo le espera ante el Arosa y teniendo presente también el del pasado sábado ante el Silva. Rotaciones. Antonio dio descanso a dos indiscutibles. Adrián Santos y Javi Pazos ni viajaron. Además introdujo otros tres cambios en el once respecto al sábado. Santi, Cerqueiras y Mota esperaron en el banquillo.
De nuevo defensa de cinco, que tan buenas prestaciones les están dando a los de San Pedro. Jose, Bisti e Iván Renda fueron los centrales, mientras que Ronald y Pana tuvieron su oportunidad en las bandas. El “temporadón” que está haciendo el Villalonga tiene más mérito si cabe porque ningún miembro de su plantilla estaba en Tercera el año pasado. Todos vienen de Preferente o de juveniles, como el goleador de Calabagueiros.
En plan celeste fue dejarle campo y balón al Barco. Defender con orden y ayudas en las bandas a Javi Recamán e Ivi Vales, y no dejar maniobrar al delantero Javi Ballesteros. Los rotaciones dieron frescura al equipo, al contrario que los locales, que venían de jugar solo 48 horas antes en Ordes. El dominio del Barco se tradujo en acercamientos bien solventados por la zaga celeste y por un Iván Parada muy seguro. En las contras, el Villalonga generó problemas al equipo de Javi Rey. De hecho, en la primera parte el trío arbitral anuló dos acciones visitantes que acabaron en gol por fuera de juego.
Al inicio de la segunda, llegó el 0-1. En una falta que lanzó en potencia Íker Hurtado. El meta Óscar metió sus guantes para evitar el tanto. El balón se estrelló en el larguero, pero apareció Josiño para controlar en el área y batir con sangre fría al portero del Barco. El tanto aumentó el nerviosismo local, que se volcó en busca del empate. Entró Álex Expósito y el Barco jugó con dos puntas, pero le faltó fuelle físico para hacer dudar a un Villalonga crecido en ese escenario.
El equipo celeste ya tiene los cinco sentidos puestos en el derbi ante el Arosa el domingo. Se espera un ambientazo.

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