El Sanxenxo se toma un respiro

El Sanxenxo se tomó un respiro y perdió (0-3) con justicia ayer su primer partido en Baltar de Arriba. Los de Ángel Oliveira no tuvieron su mejor día ante un rival que llegó necesitado y desde el principio maniató al hasta ayer líder con su presión avanzada. El Bergantiños fue muy sólido atrás, apenas concedió ocasiones, y a balón parado se mostró letal anotando dos de sus tres goles. A esto se unió un criterio arbitral más que peculiar en la señalización y castigo de las faltas. Una polémica roja directa a Hugo antes del descanso acabó por decantar un  encuentro que no tuvo demasiada historia.
El Bergantiños salió dispuesto a presionar arriba y no hacer ninguna concesión defensiva. Los visitantes consiguieron anular las contras del Sanxenxo con su buena presión y disposición táctica. Los locales echaron en falta a Nel entre líneas. El buen trabajo y la movilidad de Ramón no fue suficiente para generar problemas a una zaga rival que fue un auténtico muro.
El partido apenas tuvo ocasiones en la primera media hora, salvo las llegadas a balón parado, más de color visitante porque empujaban más. Así llegó el 0-1, en el minuto 32. Una dudosa falta que el lucense Abel Bruzos señaló a Jonathan a la altura del banquillo local. Lanzó Roberto Piñeiro a pierna cambiada y de cabeza marcó libre de marca entrando solo al espacio el central Álex Canedo.
Tras el gol el Bergantiños afianzó sus ideas. El Sanxenxo no gozaba de profundidad y el arbitraje, con un criterio particular, seguía lastrándolo en cada balón dividido en medio campo. Tanto, que llegó a su punto álgido cuando mostró la roja a Hugo por dejar la pierna a un despeje de David García, que se retorció en el suelo de forma tan exagerada como el castigo de la acción del colegiado.  Con 0-1 y en inferioridad el panorama para los locales era preocupante visto lo visto.
El técnico local Ángel Oliveira movió ficha en el descanso. Entró el central Deivi y Guille adelantó su posición al centro del campo. Pero a los diez minutos de la reanudación, tras otra falta dudosa, llegó el 0-2. Otra vez Roberto Piñeiro puso un balón magistral en una falta lateral. Marcó con el pie en el segundo palo el otro central, Sergio. Con 0-2 y la desigualdad numérica el último tercio de partido fue un trámite. El Sanxenxo fue un querer y no poder y el Bergantiños, tan cómodo como disciplinado en su plan de presión en campo contrario y solvente atrás, aumentó la cuenta con un gran disparo de Germán desde fuera del área.