“Es muy frío. Los pésames te llegan por llamadas de teléfono”

“Es muy frío. Los pésames te llegan por llamadas de teléfono”
Todos los asistentes están en la obligación de llevar mascarillas y mantener distancia de seguridad | mónica ferreirós

A las cinco de la tarde, y apenas catorce horas después de que los médicos les comunicasen que su abuela de 89 años había fallecido la familia de Nacho, su nieto, la despedía en un solitario entierro en el cementerio municipal de Rubiáns. El coronavirus ha dejado imágenes insólitas y nunca vistas desde que la pandemia azotó de lleno al país y una de ellas afectando de lleno a la propia muerte, dejando en la mínima expresión los cortejos fúnebres y eliminado por completo los velatorios. La norma cambia mañana, con la entrada en la fase 1 y permitiendo ya velatorios y actos fúnebres limitados hasta a 15 personas. “Es algo muy extraño. Ni siquiera puedo expresar exactamente como nos sentimos la familia en esa situación”, explica Nacho. “No puedes tocarte, ni besarte, ni darte la mano. Nada de nada. Todos con mascarillas y guardando distancia de seguridad. El párroco con una máscara protectora y todo muy rápido”. La abuela de Nacho, vecino de Vilagarcía, no falleció por coronavirus, pero el protocolo para los entierros se ha aplicado a todos los fallecidos por igual. “Nada de velatorio. Falleció en el hospital de madrugada, el cuerpo se lo llevó la funeraria, llegó en coche al cementerio y allí el cura dijo unas palabras y se enterró. Sin misa”. Nacho reconoce que al ser todo tan rápido “la agonía es mucho más rápida. Digamos que el dolor se pasa antes que si estás día y medio en el tanatorio”. Explica que las señales de condolencia de allegados que no pudieron asistir al entierro les llegan con “llamadas largas. Es así, nos ha tocado esta época de soledad en la despedida”. l

“Es muy frío. Los pésames te llegan por llamadas de teléfono”

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