La campaña del bou de vara arranca con escasas capturas y buenos precios

La campaña de volandeira ha arrancado esta semana con buenos precios, pero con capturas escasas. Tanto las embarcaciones de Rianxo como las de Cambados están teniendo dificultades a la hora de llegar al tope marcado en 50 kilos por persona.
Pese a que es muy pronto para hacer un balance o previsiones de cómo se va a desarrollar el resto de la campaña, el sector del bou de vara no oculta su preocupación. “Estase a compensar co prezo, pero non parece que vaia a ser unha boa campaña”, asegura el patrón mayor de Cambados, Ruperto Costa. Una opinión que también comparte su homólogo en la Cofradía de Rianxo, Miguel Ángel Iglesias, que señala que llegar a las capturas marcadas “está sendo moi difícil”.
En la rula cambadesa se subastaron ayer 4.630 kilos de volandeira que se vendieron en una horquilla de 5,20 y 1,50 euros. En estas capturas se incluyen también las de Rianxo, que aportó 1.500 kilos. Y es que en la rula rianxeira solo se quedaron 187 kilos de la volandeira de mayor tamaño.
Este año con la idea de mejorar los resultados de las ventas y evitar la caída de precios, ambas cofradías se han puesto de acuerdo para establecer un punto de venta único para la volandeira.  La idea es hacer viable el trabajo de los armadores que se dedican a la volandeira y que no suponga un trastorno este cambio en su forma de trabajar. De hecho, los barcos que tienen su puerto base en Rianxo seguirán descargando allí su producto. Este será trasladado en un camión refrigerado hasta el puerto de Cambados, donde saldrá a subasta junto con el marisco capturado por la flota con base en este punto del sur de la ría de Arousa.
El objetivo de unificar las ventas de una especie como la volandeira pasa por concentrar la oferta en un único punto y establecer un precio mínimo que se fijó fijado en 1,5 euros el kilo.
La medida beneficiará a los productores, pero también resultará positiva para sus clientes que concentran sus compras y evitan así andar desplazándose de una zona a otra y también una cierta garantía de estabilidad en los precios.
Hasta el momento en torno a sesenta embarcaciones están trabajando en la campaña, pero estas podrían incrementarse si finalmente abre una de las zonas de Cambados que está cerrada por toxina. Algunos armadores han optado ya por cambiar de arte ante lo que creen que será una campaña poco fructífera.