8º-15º
miércoles | 1 mayo | 2024
El Juzgado de Instrucción Número 1 de Ribeira acogerá el 1 de abril la audiencia preliminar por la desaparición y muerte de Diana Quer, después de que a finales de febrero su titular dio por rematada la instrucción del caso, al no quedar pendientes diligencias de investigación por practicar, y se solicitó a las partes que presentasen sus escritos de calificación. La acusación particular, que ejercen los padres de la malograda joven a través del abogado Ricardo Pérez Lama; la defensa del único investigado, el rianxeiro José Enrique Abuín, “O Chiclé”, a cargo de la letrada ribeirense Fernanda Álvarez, y la Fiscalía están citadas para las once de la mañana para comparecer en ese acto que se recoge en el artículo 30 de la Ley del Jurado, para determinar la procedencia de la apertura de juicio oral y si se seguirá con un jurado popular.
El titular del referido juzgado, Félix Isaac Alonso Peláez, determinó seguir el procedimiento según esa ley y que, en función de los indicios existentes, los hechos “resultarían constitutivos de delitos de homicidio o asesinato, detención ilegal y contra la libertad sexual”, cuyo enjuiciamiento está atribuido al Tribunal de Jurado. El proceso se materializará con un único acusado, José Enrique Abuín, que era uno de los principales sospechosos y que permanece en prisión provisional desde el 1 de enero de 2018, tras reconocer ante las fuerzas de seguridad ser el autor de la muerte de la joven. “O Chiclé” fue detenido en la mañana del 29 de diciembre de 2017 bajo la acusación de un intento de secuestro en Boiro. La última madrugada de ese año condujo a los investigadores al pozo de una nave de Asados en el que arrojó el cuerpo de Diana Quer.
“Horror y terror extremos”
El escrito de acusación de la Fiscalía narra el ataque como de “horror y terror extremos” del que fue víctima la muchacha madrileña, y considera a Abuín Gey culpable de los delitos de detención ilegal y agresión sexual, por los que pide penas de 20 y 12 años de cárcel. A mayores, le atribuye el asesinato con “alevosía” y “ensañamiento”, por lo que reclama prisión permanente revisable. El Ministerio Público también demanda una indemnización de 254.000 euros para los padres de la joven, a los que se suman otros 36.000 euros para su hermana Valeria. Y, en el caso de ser excarcelado, reclama que se mantenga una orden de alejamiento de la familia por 10 años, la prohibición de que resida o visite A Pobra y la obligación de que participe en un programa de educación sexual.
La acusación particular solicitó que “O Chiclé” sea condenado por detención ilegal, agresión sexual y asesinato de la joven madrileña, y que dada la concurrencia de estos dos últimos cargos, pide para él una pena de prisión permanente revisable. Asimismo, reclama una indemnización para los familiares de la joven madrileña de 300.000 euros, el establecimiento de medidas de alejamiento y la prohibición de comunicarse con ellos por un periodo superior en 10 años a la condena. En su relato de los hechos, la acusación considera que Abuín abordó a Diana en la calle mientras volvía a su casa de veraneo, la agredió y la introdujo a la fuerza en su coche con la intención de “atentar contra su libertad sexual”, y que luego la condujo a una nave de Asados, que conocía con anterioridad, donde la agredió sexualmente y la asesinó. Y concluye que, una vez muerta, tiró su cuerpo a un pozo, donde fue localizado 496 días después.
La defensa solicita una pena de dos años y medio de prisión para “O Chiclé” por lo que califica de un “homicidio imprudente”. En su relato de los hechos señala que estaba robando gasóleo en camiones de los feriantes en la Rúa Venecia cuando se encontró caminando sola por la Rúa Anxo Rei Ballesteros a la joven, a la que no conocía y a la que confundió con una feriante y se abalanzó sobre ella por temor a que lo delatase al creer que lo descubrió in fraganti. Reconoce que, de manera instintiva, le echó la mano al cuello y que Diana se echó hacia atrás, por lo que la cogió la cabeza por detrás con tanta fuerza que ella cayó de espaldas al suelo. Dice que la joven no se movía, comprobando que estaba muerta al darle palmadas en la cara y no reaccionar. Sostiene que la cogió en brazos para llevarla a su Alfa Romeo 166, donde la tumbó en los asientos traseros y se desplazó a Rianxo, arrojando el iPhone 6 de la muchacha por la ventanilla del coche en el puente de la ría, y tiró a la joven desnuda al interior del pozo por temor a que quedasen restos de él en la ropa de Diana. Y añade que al día siguiente se deshizo de esas prendas tirándolas en un contenedor en Padrón.
