Los propietarios del bazar oriental Max China, en el polígono industrial de Xarás, tenían previsto abrir al público el próximo 27 de octubre la nave que desde hace unos tres meses acondicionaban para ampliar la superficie de su negocio y cumplir con su anuncio de “mejoramos para ti” que se podría ver desde hacía tiempo en la fachada. Sin embargo, esos planes se van a ver notablemente retrasados debido a las consecuencias del incendio de gran magnitud que se declaró en torno a las tres y veinte de la madrugada del miércoles en la parte nueva, que con anterioridad albergó una mueblería.

Al parecer, el fuego se originó en el entorno de los escaparates, de los que reventaron los cristales por el calor, y empezó a extenderse hacia la parte posterior, y las llamas alcanzaron gran altura, llegando a afectar al tejado. La gran cantidad de mercancía, como ropa, calzado y objetos de plástico, que había guardada en cajas y colocada en expositores, hizo que los materiales de que están hechos se convirtieran en el combustible que avivó el fuego con gran rapidez. Así, cuando llegaron los tres bomberos del parque de Ribeira, a los que alertó directamente un particular ante la proximidad de su sede, el incendio ya estaba generalizado, con un fuego de gran magnitud y una densa humareda que dificultaba la visibilidad. Por ello, pidieron un primer refuerzo de los tres compañeros de Boiro.

En torno a las cinco de la madrugada se incorporaron cuatro bomberos ribeirenses y otros tantos boirenses que estaban de libranza y que no dudaron en acudir a la llamada y relevaron a sus compañeros que sufrían un enorme desgaste debido a las altísimas temperaturas y los gases que se generaron que se alcanzaron dentro de la nave. Todos ellos contaron con la colaboración de dos efectivos del Grupo de Apoio e Emerxencias Municipal (GAEM). Gracias a esos refuerzos se logró controlar el fuego en las tres primeras horas a base de la inyección de espuma y agua, y lo dieron por extinguido a las 7.30 horas. Además, desde lo alto de la autoescala pudieron ir comprobando por donde avanzada el fuego para saber como atacarlo. Durante los casi 150 minutos posteriores, los equipos de emergencias estuvieron enfriando toda la nave pues, incluso una hora después de la extinción en el tejado, se registraban temperaturas de 100 grados.

Se cree que el fuego y el calor, que convirtieron la nave en un horno, pudieron ocasionar importantes desperfectos estructurales en la parte den la que se iba a ampliar la superficie del bazar chino, lo que sumado a las pérdidas materiales podría situar los daños en cifras millonarias. La existencia de un tabique que divide la nave en dos partes iguales se convirtió en un aliado para que las llamas no devorasen la zona que estaba abierta al público, pero no se pudo evitar que le afectase el humo y las altas temperaturas. Tal es así que debido a estas últimas se vino abajo el falso techo en la parte en que se sitúa la caja registradora.

SE SOSPECHA QUE LA LLAMAS FUERON INTENCIONADAS

Al lugar se movilizaron efectivos de la Policía Local, que acordonaron la zona para facilitar la seguridad en el trabajo de los medios de extinción, y de la comisaría ribeirense, que había recibido un aviso de la central de alarmas. Al parecer, este último respondía a la apertura de una ventana posterior de la nave, a la que le doblaron las rejas para abrir un hueco para entrar. Se sospecha que las personas que entraron por ese hueco fueron las que le plantaron fuego a la zona de ampliación del bazar con la intención de causar el mayor daño posible. Durante la mañana de ayer acudieron varios integrantes de las unidades científica y judicial de la Policía Nacional para iniciar la investigación con recogida de muestras y toma de fotografías en el lugar del suceso, del que se sospecha que fue intencionado.