SANXENXO-El alquiler de la casa del cura genera la indignación vecinal

El alquiler por parte del Arzobispado de la antigua casa del cura de Sanxenxo está generando una profunda indignación vecinal, al considerar que convertirla en un bar “non é o máis axeitado”.
Desde que tuvieron conocimiento de las intenciones de la Iglesia, los vecinos han comenzado a movilizarse con una recogida de firmas espontánea y que a día de ayer superaba con creces las 320.
“Non estamos dispostos a consentir que todo o esforzo dos nosos pais e avós para levantar a casa do cura se desprecie agora cun bar”, remarcan, al mismo tiempo que advierten de que “non podemos consentilo”.
De hecho, no ocultan “a nosa indignación” por la actitud de los administradores de los bienes de la Iglesia, al considerar que este edificio “é noso”, porque fue sufragado “co traballo de moitos veciños”.
Este local ya había sido alquilado con anterioridad a un negocio de cerámica artesanal que cerró hace un tiempo. “Xa non nos gustou moito que o fixeran, pero como era algo que tiña que ver coa arte aceptámolo”. Sin embargo, no están dispuestos a pasar porque se instale un bar en el local y por ello iniciaron esta campaña de recogida de firmas, al mismo tiempo que se organizan para crear una plataforma en contra.
Los vecinos ya tienen preparado un escrito que trasladarán al Arzobispado para “facerlles chegar o noso malestar”, porque entienden que el edificio en cuestión podría destinarse a albergar a colectivos y entidades sin ánimo de lucro o que presten alguna labor social.
Por esta razón, se preguntan “a onde van os cartos do aluguer” y no entienden por qué la Iglesia tiene que efectuar actividades con ánimo de lucro “tendo todas as necesidades sociais que temos hoxe en día”.
Sobre este asunto insisten en que el local debería cederse a Cáritas, que paga un alquiler por su sede, o al Concello para un centro de día o para personas de la tercera edad. También proponen que su uso sea de biblioteca o cualquier otro que tenga un fin cultural o social, pero “nunca para que sexa un bar”, puesto que “esa casa levantouse cos cartos dos nosos antepasados e non estamos dispostos a que se faga negocio con eles”, sentencian.
Los vecinos se constituirán pronto en plataforma y trasladarán sus quejas al arzobispado para que enmiende la situación que tanto les ha molestado y que motivó que se movilizasen, sobre todo, porque “cando queren arreglar algo da igrexa piden cartos aos veciños”.