El cambadés que dirigía un laboratorio de cocaína acepta tres años de prisión

El cambadés que dirigía un laboratorio de cocaína acepta tres años de prisión
Fachada de la Audiencia de Pontevedra donde ayer se celebró el juicio | gonzalo salgado

El cambadés Manuel Prado Otero ha aceptado una condena de tres años y medio de prisión y una multa de 512.000 euros por ser el responsable de uno de los mayores laboratorios de cocaína de Galicia, ubicado en la capital del albariño, desde donde distribuía droga por toda España en vehículos con doble fondo.
Prado Otero se sentó ayer en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Pontevedra junto a otras cuatro personas integrantes de esta red. Todos reconocieron los hechos y alcanzaron un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, que pedía casi 40 años de cárcel en total.

Requerimiento a un panameño
Cuatro aceptaron penas de hasta dos años de prisión, mientras que un sexto investigado, natural de Panamá, no acudió a la comparecencia, por lo que el fiscal Juan Carlos Aladro solicitó que se le vuelva a notificar el señalamiento de la vista y, en caso de no responder, se declare en busca y captura. Además solicitó a la presidenta del tribunal que, cuando tenga lugar este juicio, se cite al resto como testigos.
La banda fue desarticulada en 2011 en la operación policial “Medusa” y también concluyó con el arresto del hijo del cabecilla, pero falleció en la instrucción. Según el escrito de acusación del Ministerio Público y reconocido por los juzgados, Manuel Prado Otero importaba la cocaína desde Colombia y en un galpón próximo a su chalé, ubicado en un lugar de la parroquia cambadesa de Corvillón, tenía desplegado “uno de los mayores laboratorios de cocaína en Galicia, en el que se procesaba la droga y luego, con la ayuda del resto de acusados, la distribuía por toda España en vehículos con doble fondo”.
La pista que ayudó a la Guardia Civil a descubrir esta trama fueron los logotipos con los que marcaba la droga. Las pesquisas arrancaron en Andalucía hasta llegar al laboratorio ubicado en la capital el albariño. Además, durante meses, los agentes practicaron seguimientos e intervinieron las comunicaciones de los acusados.

En el cobertizo
La investigación llevó a la detención de cuatro correos en varios golpes policiales, uno en Vigo y otro en Isla Cristina (Huelva), interceptando importantes cantidades de cocaína oculta en caletas rudimentarias realizadas artesanalmente en los coches que utilizaban. En el registro del cobertizo de Corvillón, los agentes localizaron el laboratorio e intervinieron una prensa hidráulica de 30 toneladas, máquinas de envasar al vacío, básculas de precisión, sellos de madera para marcar la droga con sus propios logotipos y diversas partidas de cocaína –más de siete kilos valoradas en más de medio millón de euros–, además de cuatro armas de fuego y una máquina de contar dinero.
Las pesquisas se iniciaron en 2010 por agentes del Equipo contra el Crimen Organizado (ECO Galicia) que inciaron una investigación para identificar a los vendedores de cocaína a pequeña escala en Vilanova de Arousa. Algunos de los autores de los hechos eran vecinos de este municipio y también había vilagarcianos. l

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