“Un alcohólico rehabilitado es un hombre mejor ya que bajó al infierno y volvió”

“Un alcohólico rehabilitado es un hombre mejor ya que bajó al infierno y volvió”
Diario de Arousa-2014-07-26-019-6ea3fa2c

La Casa de Cultura de Cuntis acogerá el próximo día 1 de agosto la charla ofrecida por Ángel Bouzas Varela, un joven de Ponte Caldelas que está recorriendo todos los municipios gallegos presentando su libro “Me bebí de un trago parte de mi juventud”.
En unas cincuenta páginas, escritas de una forma muy coloquial, Ángel Bouzas narra como, hace ya 14 años, se inició en el mundo del alcohol tras un divorcio que no asumió. A partir de ahí comenzó un periodo de degradación personal y mentiras a su entorno familiar común en todos los adictos al alcohol y que derivó en una dependencia tal que las secuelas que había hecho en su organismo le mantuvieron durante alrededor de seis meses en una silla de ruedas.
Fueron varios los factores que  cambiaron el rumbo de este alcohólico rehabilitado que, a pesar de llevar más de una década sin consumir, cree que siempre tendrá que considerarse “un alcoholico”.
Probablemente nadie conozca mejor las circunstancia que rodean esta enfermedad que alguien que la ha padecido y que ha logrado superarla. Por ello, Ángel Bouzas centra ahora su actividad en compartir sus experiencia, desde la esperanza de que sirva de ayuda a otras personas. Y no se refiere solo a aquellos que buscan refugio en el alcohol para huir de problemas concretos o de las dificultades generales de la vida, sino a quienes tienen que vivir con esas personas que, en su camino autodestructivo, arrastran a toda su unidad familiar.
Desde su rehabilitación, Bouzas colabora con diferentes centros de psicología y busca la colaboración de los concellos para trasladar, directamente, su experiencia a cuanta más gente mejor. Ha ofrecido charlas ya en numerosos lugares y quienes acuden son, según indica, familiares directos de personas con problemas. Y es que ese es el primer paso que él recomienda dar, “pedir ayuda”. Y es que Bouzas sostiene que el apoyo de la familia es fundamental para que el enfermo de un primer paso para curarse. Para ello aconseja a los familiares que no oculten el problema, sino que hablen con personas de su confianza acerca de lo que está pasando en su hogar. Al mismo tiempo, mantener la integración del alcohólico, haciéndole sentir que es necesario para su familia, es otro de los factores a tener en cuenta.
El primer paso sería, por tanto, que el enfermo decida acudir a un médico y someterse a un tratamiento, que solo funciona si el paciente reconoce que todos sus síntomas son consecuencia del consumo de vino.
Para Ángel Bouzas, mientras el alcohólico no se haya transmutado en un hombre nuevo, subsiste siempre un grave peligro de recaída. “Sobre el enfermo penderá siempre la espada de Damocles del alcohol. Pero una vez regenerado tal peligro desaparecerá casi del todo”.
Está convencido, de que para el rehabilitado, las ventajas de su nueva situación serán tales que le parecerá locura “o suicidio probar una simple gota de alcohol. El alcohólico que deja de beber nunca es igual que si no hubiera sido alcohólico jamás. Aunque parezca mentira, es mucho mejor porque es un hombre que ha descendido al infierno y ha conquistado luego su propio paraíso”.
El que desee adquirir el libro “Me bebí de un trago parte de mi juventud”, al precio de cinco eruros la unidad, puede solicitárselo al autor a través de su correo electrónico, angelbouxas1@hotmail.com, o bien solicitarlo a través de su perfil de Facebook.  n

“Un alcohólico rehabilitado es un hombre mejor ya que bajó al infierno y volvió”

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