CUENTAN los estudiosos de la gastronomía que en la Grecia clásica ya se comía morcilla. Sea verdad o no, por casi toda España se prepara de diferentes maneras y una de las más sabrosas es la de Burgos. Afirman que la clave está en la cebolla que se utiliza, la conocida como Horcal. Un ingrediente que hace llorar a más de uno, por ejemplo, los magistrados del Constitucional, quienes tienen que decidir si la Indicación Geográfica Protegida de la morcilla de Burgos puede imponer o no normas estrictas para la producción. Como determinen que no, igual uno pide morcilla y le sirven chipirones encebollados. FOTO: un comensal disfruta de una morcilla de burgos | aec