La “traca” de Galicia

Hubo un día en esta ciudad en que un gobierno socialista decidió humanizar la Plaza de Galicia. Se buscaba hacerla accesible, hacerla epicentro de todo y para todos, un espacio abierto, sin barreras ni elementos que pudiesen suponer un peligro. Y se hizo. Y se normalizó. Claro que hubo críticas. Para el recuerdo, quedaron  el guardia de tráfico en su pequeño altar que funcionaba muchas veces de kilómetro cero y la fuente luminosa, como nuestra particular Puerta del Sol.
Y los vilagarcianos y vilagarcianas nos acostumbramos a esa estampa. Sigue habiendo muchos que están convencidos que por encima de la funcionalidad de la nueva (ahora ya vieja) Plaza de Galicia lo que había era una obsesión por hacer una gran obra por la que ser recordado aunque creo firmemente que las obras y las decisiones políticas han de ser tomadas para mejorar la vida de los vecinos, no para descubrir placas con el nombre del alcalde o alcaldesa. Allá cada uno con sus objetivos.
Pero es que ahora nos hemos gastado cerca de 200.000€ en rehumanizar lo que ya estaba humanizado y que nos había costado otro pastón. ¿Y ha sido para hacerlo más accesible, más seguro y con menos barreras? Pues, por desgracia no, porque a la espera de que se termine la obra, cuestiones estéticas aparte, lo que se puede afirmar desde ya es que esta obra es una barrera en sí misma. Una vez más al PSOE se le atraganta una obra (y no se le atragantan más porque a pesar de los millones que tienen en el cajón, llevan 3 años prometiendo que van a hacer, pero no hacen).
Decía que el proyecto estrella del mandato se le empieza a estrellar y eso que todavía falta bastante por hacer. Vamos, que a mitad de partido ya van perdiendo de goleada. Los medios de comunicación han publicado la presencia de personal ajeno a la obra dentro del espacio de seguridad restringido a personal autorizado.  El gobierno, y por tanto el alcalde, ha tenido que reconocer que sí, es más, que era personal autorizado. Pero es que el concejal Pérez Callón, el máximo responsable político del área, le desmiente y dice públicamente que no, que estaban “observando”.
Es de traca. En apenas 8 horas, el grupo de gobierno socialista es capaz de decir una cosa y su contraria y quedarse tan ancho. Es un escándalo porque uno de los dos miente y uno de los dos va a tener que dar muchas explicaciones. La ciudadanía alucina con este gobierno. Y este gobierno, gobernar poco, porque en vez de trabajar “están observando”…
Después están los demás problemas: todo apunta a que los grandes expertos en Urbanismo de este gobierno proyectaron un césped sin riego. O lo querían de plástico verde y no lo dijeron o se pensaron que las cosas se riegan solas. O que ya llovería. O que lo resuelvan otros. O que se puede modificar al alza y gastarse todavía más dinero… De traca.
Y cambiaron árboles pero no lo dijeron. Y dejaron aristas en cantos vivos que ahora dicen que no, que los van a rebajar… Y dirán lo que tengan que decir para justificarse porque ellos NUNCA cometen un error. Bueno… eso es lo que se creen porque lo de no regar un césped con un “no riego” es para nota.
Pero lo peor es la mentira. No se puede mentir y seguir en el puesto. O se miente o se gobierna, pero las dos no son compatibles. Entiendo que estén nerviosos por este asunto, es muy grave. No tiene pinta de que vaya a apagarse este incendio. El PP, una vez más,  ha pedido explicaciones. Si es una sucesión de carambolas y causalidades, que lo expliquen. Si no… si no, alguien tendrá que dimitir.

La “traca” de Galicia

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