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martes | 30 abril | 2024
La Mancomunidade do Salnés trabaja a contrarreloj para intentar solventar cuanto antes una de las averías más graves de los últimos años en la red comarcal de abastecimiento. La rotura de la conducción bajo el puente de Castrelo, en Cambados, este fin de semana, provocó una gran fuga que obligó a cortar la conducción, para evitar que siguiese perdiéndose agua potable sobre el Umia.
De esta tubería beben tres municipios: Sanxenxo, O Grove y Meaño. Este último, al estar a un nivel más elevado, es el que está sufriendo las pérdidas de presión más significativas, hasta el punto de que ayer, varias parroquias se quedaron durante unas horas prácticamente sin agua de la traída. El Concello ya ha emitido avisos alertando de la situación ante esta “grave avería”, puesto que los problemas seguirán, al menos, unos días.
La incidencia es considerada grave por las dificultades para proceder a su reparación. El gerente de la Mancomunidade, Ramón Guinarte, explica que lo que la hace especialmente compleja es su ubicación: Bajo el puente, a unos 16 metros de altura sobre el río Umia. A eso hay que añadir el elevado peso de la tubería, que es de metal y cuyo tramo afectado “pesa varias toneladas”.
Todo ello deriva en la necesidad de “montar andamiaxes sobre o río, a altura”. Será además preciso desplazar y utilizar grúas en el punto, para el manejo de las estructuras y de la propia tubería. “Vai ser case unha operación de enxeñería”, valoró.
En la reparación trabajan desde la empresa Viaqua, encargada de la gestión del agua en la Mancomunidade. Los operarios se afanaban ayer en la determinación de las piezas a medida que será necesario fabricar y también cómo desarrollar el montaje de los andamios. Se peinó además la zona aprovechando la bajamar y un menor nivel del caudal del río, para estudiar con más detalle qué alternativas hay.
El gerente de la entidad comarcal espera que la reparación, pese a todas las dificultades, pueda quedar ejecutada esta misma semana. “Hai moitas incidencias, pero a maioría resólvense moi rápido”. Muchas, antes que los usuarios lleguen a percibir nada, por lo que apenas trascienden. “Se esta non estivese no sitio onde está, tal vez se pudera ter reparado nunhas horas”.
En cuanto a las causas del reventón, no estaban ayer todavía del todo claras, pero se estudiaban los niveles de presión, que podrían haber derivado en que se soltase una zona de unión de piezas.
En cualquier caso, la rotura provocó una gran y llamativa fuga de agua, que quedó atajada poco después con el corte del abastecimiento por esa tubería. Así, la pérdida ayer era prácticamente residual por ese punto.
La red comarcal trabaja con dos tuberías generales y, gracias a eso, se ha podido mantener el abastecimiento en la mayoría de localidades. La afectada es, de hecho, una conducción de desdoble hacia O Grove, ejecutada hace años, una infraestructura “para nós, fundamental”, valora Guinarte. “De feito, con esta situación temos moitas dificultades co suministro”. De haberse producido esta avería en verano, con el aumento poblacional y de consumo, la situación sería mucho más comprometida, advierte.
La Mancomunidade y los tres ayuntamientos afectados se coordinan ahora en materia de consumos, que determinan la presión en la red. “O máis prexudicado é Meaño”. Así lo entendían ayer tanto el gerente como el propio alcalde, Carlos Viéitez. Ambos explican que las zonas más altas de este municipio son las que están teniendo más dificultades. Una situación que se prolongará al menos unos días, en tanto no concluya la completa reparación en la red.
Ayer, varios núcleos de Meaño estuvieron al menos un par de horas sin agua. Pese a esta aparatosa avería general, el gerente de la entidad mancomunada recuerda que el servicio comarcal de abastecimiento demostró durante décadas su buen hacer. “En algo máis de vinte anos, esta é a segunda vez” que una localidad sufre el corte general de agua por una avería en la red principal de la Mancomunidade. La anterior había sido provocada hace unos años por la caída de un rayo en la estación tratamiento, que quedó unas horas fuera de servicio, ocasionando restricciones del abastecimiento a Vilanova y A Illa. Más habitual son las averías en la conducción de O Grove, la última, hace apenas unos días.
