Esmar denuncia la “pasividad” de la justicia ante una cambadesa que padece el “acoso diario” de un vecino

La mujer busca “ayuda” para "poder vivir poder tranquila” porque le acusa de incumplir la prohibición de aproximarse a ella y de comunicarse
Esmar denuncia la “pasividad” de la justicia ante una cambadesa que padece el “acoso diario” de un vecino
La denunciante pidió no ofrecer su rostro a la cámara | CEDIDA

La asociación Esmar volvió a hablar ayer de “pasividad” por parte de las instituciones judiciales en casos de víctimas de violencia. En esta ocasión, por una vecina de Corvillón (Cambados) que acudió a la entidad buscando “ayuda para poder vivir tranquila”. Según el relato de la cambadesa, de iniciales N.R., vive un calvario diario de “acoso físico y psicológico, persecución, insultos, atentados contra la propiedad privada y amenazas de muerte de manera verbal y gestual” por parte de un vecino. 


Tanto Esmar como la afectada se quejan de la ausencia de “medidas más estrictas”, pues aseguran que “incumple reiteradamente” las impuestas en virtud de un fallo judicial por lesiones “hacia ella y familiares cercanos, entre ellos una persona discapacitada”. En concreto, pesa sobre él una orden de alejamiento de 200 metros y prohibición de comunicarse, pero la cambadesa relata que la realidad es muy diferente y además, “no solo no cumple, sino que ha vuelto a atentar contra la víctima y su círculo cercano”. 


Desde la asociación, que ayuda principalmente a víctimas de violencia de género, explicaron que realizaron las pertinentes comprobaciones de toda su documentación y además, en la entrevista con ella, “notamos ese desasosiego que tiene una víctima de violencia, la cual sigue sufriendo las consecuencias de la conducta de su acosador”. 


N.R. les relató que este vecino la “persigue diariamente a todos los sitios a los que ella se dirige, insultándola y amenazándola de muerte mediante gestos”. No duda en “pasearse por delante” de la misma, añaden, y en “frecuentar los locales de ocio que frecuenta ella, mostrando una actitud desafiante, altiva y amenazante incluso en compañía de su abogada”.

 

“Nerviosismo y ansiedad”

Toda esta situación ha llevado a la denunciante a vivir en un “estado de nerviosismo y ansiedad constante” por ella y sus parientes, sobre todo respecto al familiar que padece una discapacidad que le impide la movilidad porque “también recibe sus amenazas y no puede salir de casa”, denuncian desde Esmar. 
Sus temores también se extienden a sus amistades, pues acusa a este vecino de haberle rajado las ruedas del coche a unos amigos un día que la acompañaron a trasladarse. 


Ante todo esto, tanto la vecina de Corvillón como la directiva de la asociación observan “la pasividad de las instituciones judiciales que llevan el caso y esperando medidas más estrictas que no llegan”, se lamentan. Es por ello, que al conocer la labor de Esmar, que sobre todo presta apoyo a víctimas de violencia de género, decidió acudir a ellas en busca de “ayuda para poder vivir tranquila”. 

 

 

 

Esmar denuncia la “pasividad” de la justicia ante una cambadesa que padece el “acoso diario” de un vecino

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