Comienza el juego electoralComienza el juego electoral

Las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina y todos los partidos comienzan a mover sus fichas por mucho que algunos políticos locales con afán de mostrar un falso desinterés digan con la boca pequeña que todavía queda mucho y que 16 meses es un montón de tiempo en este mundillo.
No debe quedar tanto cuando en estas fechas aflora un clásico en Vilagarcía; IVIL, una formación independiente de corte conservador que ha traído de cabeza al Partido Popular en los últimos lustros, con un Rivera Mallo capaz de poner contra las cuerdas a cualquiera que subestime su capacidad para ser decisivo en casi todas las citas electorales.
Parecía que tras el pacto que otorgó la mayoría absoluta al PP de Tomás Fole en el anterior mandato y que llevó a Rivera al Senado tras la integración de IVIL en el partido de la gaviota, la sensación que quedaba en los mentideros políticos era que solo Ciudadanos, en caso de articular una candidatura en Vilagarcía, podría pescar votos en el nicho conservador, toda vez que los independientes volvían a la casa popular, pero puede que no sea así del todo.
Hasta ahora solo se conoce el interés de un grupo de militantes para activar Independientes por Vilagarcía y desmarcarse de unas siglas que en los últimos tiempos están salpicadas por episodios judiciales de corrupción. La sensación es que se trata de un movimiento para buscar notoriedad y situar a sus integrantes en puestos de salida en la lista electoral que debe elaborar Alfonso Gallego con el PP, pero en la política nunca se puede decir que algo es definitivo porque todo puede cambiar de la noche a la mañana e incluso antes.
El PP sabe que la única oportunidad que tiene para gobernar en Vilagarcía es obtener una mayoría de concejales conservadores y la cosa no está nada fácil. Seguro que alguno ya está haciendo quinielas, pese a que se desconoce la alineación que presentará cada partido, pero todo pasa por evitar que el PSOE gane algún concejal, algo difícil a no ser que meta la pata hasta el fondo de aquí a junio de 2019, y que el resto de los grupos de izquierda vean mermada su representación de forma notable.
Las cuentas no son complicadas y aunque la Ley D’Hondt favorezca a los partidos mayoritarios, la irrupción de C’s, algo que no sería descabellado, y la posible, aunque complicada, concurrencia de IVIL dividirían el voto conservador, lo que afectaría al reparto final de actas.
Esto también ocurre en el ámbito de la izquierda, donde los socialistas parten con una ventaja clara y faltaría por saber si EU y Somos se integran en la Marea de forma definitiva y si los acólitos del díscolo izquierdista deciden crear un partido, lanzar un mensaje y probar suerte con el electorado.
A algunos les parece que todavía queda mucho, pero por lo que se ve, varios partidos ya comenzaron a mover ficha y otros ya tienen desde hace un tiempo esa cita entre ceja y ceja. Veremos que ocurre en el juego electoral que acaba de comenzar y que finalizará el 9 de junio. Hasta entonces habrá movimientos, y algunos sorprendentes. Seguro.