Cuando los colores te confunden y se produce un cortocircuito

Cuando los colores te confunden  y se produce un cortocircuito

Partimos de la base de que si el plan para crear ambiente antes del partido en el que tu equipo se juega el pase a la siguiente ronda de la competición que sea es lanzar piedras al rival, igual hay alguna conexión dentro de la cabeza que hace cortocircuito. A lo mejor por eso que te equivoques y acabes apedreando el autobús de los tuyos es el final perfecto. Qué nivel de estupidez –o de alcohol en sangre; o ambos– tendrían que tener los radicales del Barça para confundir el bus del PSG con el del club de sus amores. Y qué momento impagable el de la revelación. La única forma de mejorar la historia es que el Barcelona los denuncie y acaben, por ejemplo, por tener prohibida la entrada al estadio.

Cuando los colores te confunden y se produce un cortocircuito

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