No todo el mundo es capaz de despedirse con la cabeza alta

No todo el mundo es capaz de despedirse con la cabeza alta

Todos soñamos con llegar al final de una etapa de la manera más digna posible. No todos podemos. En el mundo del deporte acostumbramos a ver demasiados ejemplos de jugadores que no saben ver su fin y estiran demasiado el chicle, dejando por el camino estampas que deterioran su imagen. Rafa Nadal ha apostado por saber poner punto y final. Y seguro que su cuerpo, y sus fans, lo agradecen. El manacorí lleva tiempo avisando de que este podría ser su último año en activo. Se lo dice el cuerpo, pero él asegura estar disfrutando el momento. Esta semana lo hemos visto despedirse, por desgracia con derrota, de una de sus competiciones fetiche. Pero si abandona la arcilla con una sonrisa, el resto sonreiremos también.

No todo el mundo es capaz de despedirse con la cabeza alta

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