El Concello de Ribeira abrió ayer su primer parque infantil cubierto con la finalidad de que los más pequeños puedan disfrutar de sus elementos de juego preferidos llueva o haga sol. El caso es que algunos padres ya no tendrán excusa para no salir de casa cuando sus crianzas les pidan en medio de un temporal que se quieren subir y bajar de un tobogán. Buena iniciativa.