BOIRO-Mandan a prisión a un individuo por un atraco en el bar Elías y que pinchó levemente con una navaja a la camarera

Prisión provisional. Así se recoge en el auto dictado a última hora de la mañana de ayer por el juzgado de guardia de Padrón contra el rianxeiro Juan Carlos Aboy Losada, de 42 años, al que las fuerzas de seguridad detuvieron minutos antes de la medianoche del domingo al lunes bajo la acusación de un delito de robo con violencia e intimidación. Se trató de una actuación conjunta de la Policía Local de Rianxo y la Guardia Civil de Padrón, que recibió un aviso por parte del personal técnico de una ambulancia del 061 en relación a la supuesta comisión de un atraco en el bar Elías, ubicado en el lugar de O Pazo, según les manifestó la camarera del negocio hostelero.
Según parece, el ahora detenido accedió al establecimiento con la cara tapada con un jersey y sorprendió a la citada empleada por la espalda cuando ésta se había quedado sola y estaba limpiando el local para seguidamente cerrarlo. Le arrimó una navaja tipo mariposa al cuello y luego le realizó un pequeño pinchazo un poco más abajo de la clavícula, pero sin que le causase un sangrado. A continuación, se inició un forcejeo entre ambos y la camarera llegó a verle parte de la cara, además de que pudo reconocerlo por la voz, pues se trataba de un cliente habitual, cayéndole la navaja al suelo, donde fue encontrada poco después. De hecho, según indicaron algunas fuentes, ese individuo había estado en el bar media hora antes de los hechos delictivos.
El atracador se dirigió a la caja registradora y se hizo con el dinero, que la empleada cifró en un primer momento en cerca de 150 euros. Ella aprovechó para salir del local y pedir ayuda. De hecho, le dio el alto a una ambulancia del 061 que pasaba por el lugar con motivo de un servicio, y fueron sus técnicos los que dieron la voz de alarma a la Guardia Civil, que solicitó el apoyo de los agentes municipales mientras sus efectivos llegaban al lugar. Una vez allí, los miembros de las fuerzas de seguridad escucharon el testimonio de la camarera, que fue evacuada al centro de salud, e iniciaron la búsqueda del sospechoso, al que ella había identificado. En una actuación conjunta de la Benemérita y la Policía Local fue localizado a unos 100 metros del bar en compañía de otra persona, y se le practicó un cacheo. Inicialmente no le encontraron nada, pero ante la sospecha de que pudiera llevar el dinero del botín escondido en la ropa interior, los agentes se pusieron unos guantes de látex y en ese registro le encontraron 125 euros en los calzoncillos, y lo detuvieron por el citado robo.
Según pudieron saber las fuerzas de seguridad, el detenido había solicitado los servicios de un taxi, por lo que sospechan que se pudiera desplazar a otra localidad para presuntamente comprar sustancias estupefacientes con el dinero sustraído. De hecho, cuando se lo llevaban con destino a los calabozos del cuartel padronés apareció un taxista indicando que esa persona le demandara sus servicios.